El exministro de Finanzas y extitular del Banco Central durante la administración de Mauricio Macri, Luis Caputo, delineó los principales puntos de su enfoque "sumamente ortodoxo" en una reunión con banqueros el pasado viernes. Explicó que, inicialmente, se realizarán anuncios fiscales para avanzar hacia un déficit cero de manera rápida, aunque sin alcanzarlo de inmediato.
La intención es convocar sesiones extraordinarias en diciembre para abordar un "paquete económico". Aunque Caputo no entró en detalles, se vislumbra una atención especial hacia la obra pública, representando el 1,7% del PBI. Javier Milei aboga por minimizar esta área y fomentar la inversión privada, generando tensiones con empresas y sindicatos. La Uocra de Neuquén ya denunció 500 despidos en Vaca Muerta como resultado.
Otros sectores sujetos a posibles recortes incluyen subsidios económicos (1,9%), transferencias a provincias (0,7% del PBI), déficit de empresas públicas (0,8% del PBI) y gastos operativos (2,5%), que engloban salarios y costos operativos. Aunque eliminar el 100% de estas partidas resultaría en un ahorro superior al 7% del PBI, expertos como Invecq consideran esto impracticable y sin precedentes.
En realidad, el equipo económico proyecta que la "motosierra" reducirá menos del 5% del gasto primario, basándose en la previsión de ingresos adicionales de US$ 20.000 millones por exportaciones adicionales tras el fin de la sequía (equivalente al 1,5% del PBI) y reducción de importaciones energéticas debido al gasoducto Néstor Kirchner.
Otro enfoque clave para reducir el gasto es la reforma del Estado, que implica la disminución de ministerios y secretarías, privatizaciones y desregulaciones. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y exfuncionarios de Macri apuntan a reducir un 40% de los cargos jerárquicos, totalizando 2.995 empleos, además de abordar empresas públicas y alrededor de cien regulaciones.
La reorganización de la administración pública encabeza la agenda del nuevo gobierno y será presentada durante la gira en Washington DC. La participación de Caputo no solo refuerza su posible designación como ministro de Economía, sino que también aleja la perspectiva inmediata de la dolarización, medida criticada por el Fondo Monetario Internacional.
El exbanquero de JP Morgan y Deutsche Bank también deberá definir el destino de las Leliqs.
Aunque desde La Libertad Avanza aseguran que el viaje no busca financiamiento, se espera que Caputo obtenga señales para su plan de reestructuración de la deuda del Banco Central con dólares extranjeros o un posible canje por bonos del Tesoro. A los bancos les ha asegurado que no habrá un "Plan Bonex".