El informe anual del Ieral de la Fundación Mediterránea sobre las perspectivas del sector petrolero en Mendoza para el año 2023 indica que no se esperan cambios en la tendencia bajista de la extracción petrolera. Según el informe, esto se debe al problema estructural de los yacimientos maduros en la Cuenca Cuyana, mientras que la porción mendocina de Vaca Muerta aún no ha sido explotada.
El informe destaca que en 2023 jugarán en contra factores como la menor productividad de los pozos maduros en el norte de Mendoza, el dólar oficial rezagado y la preferencia de las petroleras por seguir invirtiendo en Neuquén. Esto se debe al precio del gas, mayor productividad del petróleo no convencional y el cluster petrolero en esa provincia. Debido al peso de estos factores, es probable que la producción petrolera continúe en baja.
Sin embargo, el informe del Ieral destaca que existen las primeras inversiones en la lengua mendocina de Vaca Muerta, aunque solo se tratan de pruebas piloto.
El informe señala que en Argentina hay dos mundos petroleros: Vaca Muerta en Neuquén, que está creciendo a un ritmo espectacular, y el resto de las provincias petroleras, que están en baja.
En Mendoza, la cuenca norte tiene yacimientos maduros de bajísimos rendimientos. Por otra parte, en el país, juegan en contra el bajo precio local del crudo y un dólar oficial rezagado. En Vaca Muerta, tiene la ventaja del alto rendimiento de la extracción no convencional y los precios atractivos pagados por el gas.
El informe incluye un gráfico que muestra cómo mientras cae la producción en Mendoza y otras provincias, en Neuquén da un salto impresionante gracias al boom del petróleo no convencional de Vaca Muerta.
En cuanto a la producción petrolera de 2022, tuvo una caída del 1% en Mendoza, a diferencia del aumento del 13% a nivel nacional (principalmente por Neuquén).
Por otro lado, en Mendoza ha habido una recuperación en la refinación de combustibles, principalmente a partir de la planta de YPF de Luján de Cuyo.
El Ieral señala que continúa la recuperación post pandemia, superando los niveles del año 2019, aunque un 7% por debajo del máximo (año 2015). Además, considera que esta mejoría está asociada al mayor consumo de combustibles en la provincia y en el país. No solo favoreció la recuperación económica, sino también precios que se han rezagado con respecto a la inflación general.