Francesco Ristorante comenzó el 2024 con algunas buenas nuevas, entre las que incluye, una obra de 28 paneles solares, con orientación de este a oeste, que generarán el 30 por ciento de la energía consumida por el lugar en el año.
Fue así que una vez concluida la obra –los paneles están instalados en el techo de la tradicional casona de calle Chile- Beatriz Barbera y su madre, la reconocida cocinera María Teresa, recibieron al intendente Ulpiano Suarez; al director de Obras y Ambiente, Sebastián Fermani; y al secretario de Cultura y Turismo, Roberto Ríos para celebrar este paso hacia la sustentabilidad y el cuidado del ambiente.
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Junto a los ingenieros Diego Logotetti y Miguel Arce, responsables del proyecto, los invitados recorrieron las instalaciones para interiorizarse sobre el trabajo realizado y el alcance a futuro.
“Estamos muy contentos de concretar esta obra en nuestra casa que venimos planificando desde hace un tiempo. Estos paneles permitirán un mejor aprovechamiento de energía anual y así, damos un paso más hacia la sustentabilidad”, dijo Beatriz Barbera y agregó que en un tiempo más planean extender la obra para lograr la generación del 50 por ciento de la energía que se consume en el restaurante.
Por su parte, el intendente Ulpiano Suarez felicitó a Barbera por la iniciativa y expresó su alegría de reencontrarse con “la Tere”. “Es muy importante para la ciudad esto que está sucediendo en Francesco, un lugar emblemático. Es un ejemplo y queremos que se siga replicando en otros establecimientos gastronómicos y de otras actividades que también son motores de la economía de Mendoza. Todo esto va en sintonía con nuestra gestión de triple impacto que hemos planteado. Además del cuidado del ambiente y la incorporación de tecnología para algo tan necesario en este momento que vive el planeta que es la transición de la utilización de energías limpias como la fotovoltaica”.
Suarez y Barbera coincidieron en que, sin dudas, estas obras también contribuyen a seguir posicionando a Mendoza como un destino turístico y gastronómico que, año a año, es elegido por miles y miles de visitantes del país y del mundo. Además, cada uno desde su función se comprometió a acompañarse en éstas y otras acciones similares y trabajar de manera conjunta para beneficio de Mendoza.
Antes de finalizar la reunión, los ingenieros Logotetti y Arce explicaron que con esta obra la inversión económica inicial se recupera, aproximadamente, en 8 años y que la instalación tiene una vida útil de 25 años, “con lo cual son muchos los años de ganancia en facturación energética”.