Este lunes, Bitcoin (BTC) alcanzó un valor sin precedentes, superando los u$s85.000, impulsado por las promesas del recién electo Donald Trump, quien asegura que buscará transformar a Estados Unidos en un centro mundial de criptomonedas. En su campaña, Trump afirmó que su administración trabajará para crear un entorno regulatorio más amigable para los activos digitales, alimentando así una fuerte subida de la criptomoneda más popular del mundo.
Desde un mínimo de u$s38.505 a inicios de año, Bitcoin ha más que duplicado su valor. Este ascenso meteórico se explica, en gran parte, por el optimismo generado en torno a las declaraciones de Trump, quien prometió no solo despedir al actual presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), Gary Gensler, sino también acumular una reserva nacional de Bitcoin. Gensler, quien ha sido crítico de las criptomonedas y endureció las regulaciones durante la administración de Biden, es visto como una figura restrictiva para el sector. El descontento de los inversores digitales, que creció tras el colapso de plataformas como FTX, ha encontrado alivio en la posibilidad de un enfoque regulatorio más laxo con la llegada de Trump.
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No solo Bitcoin ha experimentado este impulso. La victoria republicana ha sido bien recibida en Wall Street y entre los inversionistas de criptomonedas, que esperan un Congreso más favorable a las monedas digitales. Durante la campaña, la industria cripto invirtió más de 119 millones de USD en apoyo de candidatos pro-cripto, muchos de los cuales ganaron escaños en la Cámara de Representantes y el Senado. Esta estrategia busca allanar el camino para políticas y regulaciones que fomenten la adopción y expansión de las criptomonedas.
El interés renovado en los activos digitales también impactó en los mercados de fondos cotizados en bolsa (ETF). BlackRock, a través de su iShares Bitcoin Trust, registró un flujo diario de casi 1.400 millones de USD el jueves pasado, el más alto de su historia. Esta euforia demuestra que, bajo la expectativa de una administración pro-cripto, los fondos institucionales están ampliando su exposición a Bitcoin y otras criptomonedas.
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El contraste con la administración Biden es evidente: mientras los reguladores endurecieron las políticas sobre criptomonedas tras los problemas de FTX y otros exchanges, el liderazgo de Trump parece dispuesto a reducir las restricciones. Analistas sostienen que si se cumplen las promesas de desregulación, el mercado cripto podría entrar en una etapa de dinamismo sin precedentes, atrayendo más inversores y ampliando la legitimidad de los activos digitales en el panorama financiero global.