Cuando acudimos a una verdulería a comprar hortalizas o frutas, pagamos un valor que muchas veces nos parece excesivo.
Pero es importante saber que ése precio no es sólo lo que el verdulero considera justo, sino que ha ido teniendo variaciones desde que se produjo en la huerta o en la finca.
La Ing. Agr. Cecilia Fernández, jefa de gestión de información del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), estuvo en el programa “Con peras y manzanas” de Radio Jornada y nos explicó en detalle cómo es esa evolución.
Los costos de cualquier producto frutihortícola comienzan antes de que se plante inclusive. “La preparación de la tierra implica el pago de jornales; además algunos productores tienen que alquilar la tierra para producir; también deben comprar las semillas, que a veces son importadas y se pagan en dólares; los agroquímicos también suelen tener costos en dólares”, explicó en principio Fernández.
“Luego está lo que es la cosecha en sí que también es un es un manejo de mano de obra que toma jornales, es decir personal”, añadió la ingeniera para complementar la explicación.
“Una vez que se cosecha, está la postcosecha y depende del producto, puede ir directamente a la feria y luego a las verdulerías o también puede ir a un galpón de empaque (como el ajo), lo que también genera costos”, agregó la experta.
Está claro que no todos los productos se comportan de igual manera y que además de la lógica puja entre oferta y demanda, existen costos según la época del año, el traslado desde zonas lejanas, en determinados casos y varios puntos más.
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Los precios aumentaron del campo a la góndola 3,5 veces en agosto
Los precios de los agroalimentos se multiplicaron durante agosto por 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino), de acuerdo al Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
De esta manera, en el octavo mes del año, el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor. En tanto que la participación del productor explicó, en promedio, el 24,7% de los precios de venta final. La mayor participación la tuvieron los productores de frutilla (60,8%), mientras que la menor fue para los de limón (9,1%).
La medición de la entidad gremial-empresaria aportó que “con respecto a otros productos frutihortícolas, y debido a una menor oferta y calidad, el productor explicó el 35,9% del precio de góndola de la calabaza; el 35,8% del pimiento; el 34,7% de la papa y el 29,4% del tomate redondo; datos que se corresponden con el Índice de precios al consumidor (IPC) de agosto, que indicó al segmento de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” como el de mayor aumento del mes, destacándose la suba en verduras y tubérculos, entre otros”.
El IPOD frutihortícola, conformado por los precios de 19 frutas y hortalizas se multiplicó por 5 veces en agosto. Mientras que el IPOD ganadero, constituido por 5 productos y subproductos ganaderos, reveló que el consumidor abonó 3 veces más de lo que recibió el productor. Los productos que mayor brecha de precios presentaron entre el origen y el destino durante el mes pasado fueron el limón (11 veces), la zanahoria (8,9), el zapallito (8,6), la naranja (7,3) y la cebolla (7,2).