El sector automotor quintuplicó su nivel de producción respecto del mismo mes del año pasado y en el primer semestre tuvo un crecimiento del 125,8%.
La actividad industrial tuvo una mejora interanual del 22% en junio, que se elevó al 23,1% en el primer semestre y al 36,1% si se toma el segundo trimestre, aunque con la peor base de comparación de las últimas cuatro décadas, en el inicio de la pandemia y el aislamiento social.
Los datos corresponden al último informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), que destacó que la recuperación fue “heterogénea entre actividades”, con una importante mejora del sector automotor y, por el contrario, una mínima recuperación en Insumos textiles y una caída en Papel y celulosa.
La entidad prevé que el sector fabril “volvería a un sendero de moderada recuperación” en lo que resta de 2021, “en un escenario de estímulo pre electoral, que incluye precios contenidos y aumentos de ingresos, atraso cambiario y brecha creciente”. En el tercer trimestre, “el avance de la producción de bienes de capital y durables, sostendría su dinámica a partir de una demanda que apunta a la reserva de valor”.
Entre los obstáculos que atenuarían la mejora, FIEL destacó “el aumento de la oferta de bienes continuará enfrentando obstáculos, tales como acceso a divisas, restricciones de insumos (gases, piezas, etc.) y lento aumento de la movilidad e inmunización”.
En el desempeño de los sectores en el segundo trimestre y en la comparación interanual se destacó el bloque automotor, que multiplicó por cinco el nivel de producción, seguido de la siderurgia y de los minerales no metálicos. “La fase muestra una recuperación heterogénea entre actividades, que en algunos casos aún se colocan por debajo del nivel de actividad del segundo trimestre de 2018 en el inicio de la anterior recesión”, indicó FIEL.
En la medición desestacionalizada, la producción del segundo trimestre alcanzó una mejora del 2,9% respecto al promedio de los primeros tres meses del año, a pesar del retorno al confinamiento en algunos pasajes de mayo. En ese sentido, junio interrumpió la caída avanzando 1%, luego de que la se tuvieran retrocesos en abril y mayo.
En ese lapso la mitad de los sectores evaluados mostraron un avance, con el principal aporte de la mano del sector automotor y minerales no metálicos (insumos para la construcción), junto con el aporte de alimentos y bebidas, en especial por la producción de aceites y bebidas, que compensaron caídas en otras ramas.
Asimismo, apuntó que “el impacto de cortes de gas natural y provisión de oxígeno resultó bajo a nivel agregado pero marcado en casos puntuales”, con la persistencia del ausentismo por contagios Covid, al tiempo que la industria automotriz aún registra dificultades en la logística internacional y “acceso a divisas en el caso de alguna terminal”.
En el semestre, la recuperación fue liderada por la producción automotriz que acumula un crecimiento del 125,8%, seguida por el sector de minerales no metálicos que avanza 49,5%, seguido de la producción metalmecánica (+42.4%) y la siderúrgica (+38.9%).
Por debajo del promedio estuvieron la producción de insumos químicos y plásticos (+16.1%), los despachos de cigarrillos (+15.4%), la refinación de petróleo (+12.3%), la producción de alimentos y bebidas (+5.4%) y la de insumos textiles (+0.4%), en tanto la producción de papel y celulosa, afectada en el semestre por paradas técnicas, acumuló un retroceso de 1%.
Por tipo de bien, la producción de bienes de capital sostiene su liderazgo en el ranking con una mejora acumulada 75,4% en el semestre, los bienes de consumo durable acumulan un crecimiento de 52,8%, los de uso intermedio presentan un crecimiento de 21,8% y los de consumo una mejora del 6,6% en el semestre. En términos desestacionalizados, el IPI de junio se mostró estable (0.0%) respecto al mes de mayo, luego de que en ese mes un retroceso mensual interrumpiera la sucesión de mejoras registradas desde comienzos de año.