El Ciclón zafó, lo dio vuelta y le ganó 3-2 a Newell's, que jugó con diez desde el primer tiempo por la zonza roja de Mariano Bíttolo (el línea acusó que lo insultó). Por eso, en el final, el "que se vayan todos" se acalló para alzar el grito "soy de Boedo".
No daba lo mismo la última imagen. Demasiado sufrimiento hubo en este 2021 en Boedo como para terminarlo, encima, con un golpe bajo. Pasaron Mariano Soso, Diego Dabove y Paolo Montero y ninguno le encontró la vuelta a San Lorenzo, que terminó siendo el único grande del fútbol argentino que no se clasificó a ninguna copa internacional y que en el último semestre perdió casi el 50% de los partidos. Se fue un año horrible, pero con dos triunfos y un empate en los último tres encuentros
Newell's tenía un panorama parecido: también con un técnico interino que se despedía en el cierre de la Liga Profesional (estarían por anunciar a Javier Sanguinetti como DT) y con números deficitarios. Y lo que comenzó bien, con el gol de Panchito González, se desdibujó con la zonza expulsión de Mariano Bíttolo antes de que el reloj marcara los 20 del primer tiempo (también vieron la roja Calcaterra en la visita y Sabella en el local). Y pasó de todo (con la colaboración del mal arbitraje de Fernando Espinoza).
Lo empató de penal Ortigoza, la Lepra se volvió a poner en ventaja (con uno menos) por la volea de Julián Fernández, Di Santo lo igualó nuevamente antes del cierre del primer tiempo y el mismo goleador fue el que puso el 3-2, con un lindo cabezazo, al minuto de juego de la segunda etapa.