Maximiliano Martínez estaba buscando desde hace un largo tiempo lograr una victoria en la Clase 2, y fue en el autódromo Ciudad de San Martín, donde se disputó la octava y penúltima fecha del Zonal Cuyano. El piloto de Vista Flores cumplió un nuevo compromiso con el Toyota Etios que está bajo la atención de Nico Magadán.
Martínez tuvo un gran comienzo de sábado en el circuito del Este provincial ya que tras quedar primero en la clasificación (había sido el segundo más rápido en los entrenamientos), redondeó una muy estupenda serie quedándose con el triunfo y así logrando el privilegio de largar bien adelante en la final.
Con la expectativa de poder avanzar e ir por su primera victoria en el campeonato, Maxi largó en punta y allí se mantuvo en el comienzo de la carrera, en un primer momento escoltado por por Abdo Girala y luego por Rodrigo Molé, quien incluso en las últimas vueltas de la carrera le arrebató la posición de privilegio tras un despiste parcial del piloto de Vista Flores.
Pero en el próximo giro, con un estupendo funcionamiento de su auto, logró recuperar la punta de la competencia y desde allí se encaminó hacia el triunfo, el cual significó un desahogo ante una sucesión de frustraciones deportivas, pero por sobre todo resultó una ofrenda al cielo para su mamá Norma, quien falleció hace un tiempo.
“Estoy viviendo un momento único porque esperé este triunfo durante mucho tiempo. Fue una carrera muy dura porque la verdad que estuve lejos de hacer una carrera perfecta ya que cometí algunos errores, pero me pude recuperar gracias al gran auto que me entregó Nico Magadán. La última vuelta fue muy dura porque rogás que no pasé nada y cuando me bajaron la bandera a cuadros tuve un desahogo inigualable. Es todo para mi familia, mi equipo, mis amigos y dedicado especialmente a mi mamá Norma que estoy seguro que me guió desde el cielo”, afirmó Martínez.
El próximo desafío para Maxi en el Zonal Cuyano será en San Martín, cuando se dispute la novena y última fecha, el 3 y 4 de diciembre.