Boca logró el objetivo que fue a buscar en su extenso viaje hacia Arabia Saudita y se quedó con la Copa Maradona, tras haberle ganado al Barcelona en la definición por penales (4-2).
El partido había finalizado 1-1, con un gol de Jutgla para el blaugrana y la igualdad de Zeballos para el xeneize.
El encuentro fue de trámite parejo y con un predominio alternado: los conducidos por Xavi tuvieron una mejor performance en la mayor parte del primer tiempo, mientras que los dirigidos por Sebastián Battaglia remontaron en la segunda etapa y en buena medida por los cambios desde el mediocampo hacia la zona ofensiva.
Como dato no menor, el encuentro tuvo un regreso de lujo: el histórico Dani Alves volvió al club donde brilló con Messi y mostró destellos de su riqueza técnica a lo largo del juego.
Barcelona, poblado por juveniles de la cantera, mostró el sello característico de los formados en La Masía: buen trato de pelota y tendencia al juego asociado en circuitos cortos - sobre todo con triangulaciones en las zonas laterales -.
En tanto, los de La Ribera parecieron dar ventaja en lo físico y las numerosas variantes en el complemento permitieron que el equipo se recuperara gracias a los relevos.
Jutgla abrió la cuenta con una estupenda media vuelta dentro del área, pero el árbitro no adivirtió que - previamente - el balón había dado en la mano de Philippe Coutinho.
La igualdad llegó luego de un contraataque muy bien trabajado por los auriazules: Fabra rompió líneas por el lateral izquierdo y lanzó un centro en forma de pase, algo combado, para que Zeballos le cambiara la trayectoria al envío con un remate corto, bajo y hacia la izquierda de Neto.
Luego, en la definición desde los doce pasos, Rossi se lució al detener el envío de Pereyra.
Las conversiones de Rojo, Izquierdoz, Pavón y Molinas provocaron la alegría boquense, que volvió a festejar luego de haberse quedado con la Copa Argentina también con una victoria desde los once metros ante Talleres.