Guillermo Barros Schelotto cuenta con el apoyo unánime de la dirigencia de Boca Juniors para asumir como nuevo director técnico del club, tras la renuncia de Diego Martínez. Sin embargo, su llegada al banquillo se podría concretar recién en 2025, una situación que ha generado sorpresa entre los hinchas, aunque con una explicación lógica.
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Actualmente, el Mellizo reside en Estados Unidos, luego de dejar su cargo como entrenador de la selección paraguaya en 2023, y se encuentra en proceso de obtención de la ciudadanía norteamericana, lo que le impide salir del país hasta el próximo año. En este contexto, si Juan Román Riquelme decide que Barros Schelotto regrese para liderar su segunda etapa al mando del plantel Xeneize, el club deberá enfrentar un interinato de tres meses, donde estará en juego su clasificación a la próxima Copa Libertadores.
Boca se encuentra alejado de las posiciones de clasificación en la tabla anual de la Liga Profesional de Fútbol, por lo que la prioridad será conquistar la Copa Argentina, un título que aseguraría su lugar en el torneo continental más prestigioso. Por esta razón, el Consejo de Fútbol está considerando otros candidatos que puedan iniciar de inmediato un nuevo proyecto y revertir la difícil situación del equipo de La Ribera.
Condiciones para su regreso
Una de las condiciones más relevantes que tendría Barros Schelotto sería la de no mantener relación con el Consejo de Fútbol. Desde que Juan Román Riquelme asumió un rol político dentro de la institución, figuras como Mauricio Serna, Marcelo Delgado y Raúl Cascini han estado al frente de la dirección deportiva, mientras que Jorge Bermúdez también formó parte en su momento.
Según TyC Sports, Barros Schelotto desea mantener un trato directo con Riquelme y asumir la total responsabilidad del fútbol en Boca. La mayoría de los hinchas valoran su propuesta de juego dinámica y agresiva, características que marcaron su gestión anterior, a pesar de la dolorosa derrota ante River en la final de la Copa Libertadores 2018.