En el estadio Allianz Arena de San Pablo, el campeón defensor Palmeiras no pudo hacer valer esa condición como local de Atlético Mineiro, con el que empató 0 a 0 en la semifinal de ida de la Copa Libertadores 2021 que tuvo lugar en un desierto
El encuentro se jugó sin público, mientras que para la revancha en el Mineirao de Belo Horizonte se espera la presencia de unos 18.000 mil espectadores.
El vencedor de esta llave, que se resolverá el martes próximo también desde las 21.30, jugará con el ganador de Flamengo-Barcelona, que arrancan la serie este miércoles en el Maracaná de Rio de Janeiro.
Los planteos de ambos equipos fueron fieles a lo que muestran de costumbre, sin importar los escenarios en los que jueguen, por lo que el partido se desarrolló con Atlético Mineiro tomando la iniciativa y el vigente campeón Palmeiras apostando al contraataque a partir de la recuperación en la mitad de la cancha, una zona desdeñada para cualquier actitud futbolística creativa.
Claro que esos dispositivos se dieron en terreno de Palmeiras, el defensor del título que sin embargo nunca buscó tener el protagonismo de las acciones pese a ser local, algo que no resignó en esas circunstancias porque en definitiva fue lo que llevó a ganar la edición pasada de la Libertadores.
Por su parte Atlético Mineiro, capitaneado por el ex River Plate, Ignacio Fernández, bien secundado por su compatriota ex Racing Club, Matías Zaracho, hizo valer los pergaminos naturales de los equipos dirigidos por Cuca que lo mantienen a esta altura de la temporada como líder del Brasileirao, y fue en pos de los tres puntos en territorio paulista con dos delanteros de punta de la talla de Diego Costa y Hulk.
El recién llegado desde Atlético de Madrid terminó desplazando al banco de suplentes al chileno Eduardo Vargas, que jugó apenas el cuarto de hora final del encuentro, cuando ingresó justamente por Zaracho y Costa hacía 20 minutos que había salido de la cancha por una distensión en el isquiotibial derecho.
Claro que a esa altura ya el visitante había hecho los méritos como para estar en ventaja y volverse a Belo Horizonte al menos con un gol en el bolsillo de doble valor, si no hubiese sido porque en las postrimerías del período inicial Hulk no hubiese estrellado su disparo bajo en el poste izquierdo del arco defendido por el arquero del seleccionado brasileño, Weverton.
Ese penal fue sancionado por el árbitro argentino Patricio Loustau tras una clara infracción que le cometió el paraguayo ex-Lanús, Gustavo Gómez, al mencionado Diego Costa.
Pero por amor propio finalmente Hulk se terminó convirtiendo en la figura del encuentro con su denodada búsqueda del gol en el período final, cuando se fue reemplazado a cinco minutos del epílogo y mostró toda su molestia con el técnico Cuca porque le impidióm tomarse revancha del penal fallado.