La Argentina derrotaba a Holanda por 3 a 1 y lograba por primera vez en su historia ser campeón mundial
Fiesta gaucha. La Selección de Argentina ganó la Copa del Mundo en 1978, el primer título en este torneo de su historia. Luego de varios intentos fallidos, la albiceleste al fin pudo alzar el trofeo más importante del balompié. La cancha del Monumental de River Plate fue testigo de la primera gran alegría del fútbol argentino, que luego fue campeón en México 1986.
En medio de la aún cuestionada dictadura militar de Jorge Videla, Argentina organizó la Copa del Mundo de 1978. Muchos afirmaban no se podía jugar allí por el feroz y sangriento gobierno en tierras australes. La polémica pasaba de boca a boca: el país sudamericano necesitaba una alegría, y qué mejor que el título Mundial como local. Eso igual, no resta el gran nivel del plantel albiceleste que dirigía el Flaco César Luis Menotti.
Argentina ganó sus dos primeros partidos, ante Hungría y Francia, por 2 a 1. Todo salió bien al inicio, hasta que Italia arruinó una fase de grupos perfecta al derrotar por 1-0 a los locales. Así, el equipo de Menotti fue ubicado en el Grupo B de la segunda ronda, en el que lo esperaba nada más y nada menos que Brasil.
Argentina debutó en la segunda ronda con un cómo triunfo ante Polonia, pero Brasil le robó un empate sin goles. El anfitrión necesitaba un milagro para llegar a la final, más aún después del triunfo del Scracht por 3-1 ante los europeos horas antes del partido contra Perú. El Gigante de Arroyito fue sede de uno de los resultados más inesperados (y más aún polémico) en la historia de los Mundiales: la albiceleste goleó 6-0 a los incas y accedió al partido por el título.
Holanda, finalista del Mundial 1974 y aún con el sello de la Naranja Mecánica, no fue un rival fácil en la final. Argentina necesitó del tiempo extra para poder conseguir su primer título Mundial. Mario Kempes (104′) y Daniel Bertoni (115′) hicieron delirar a todo un país, que vivía bajo la sombra de su gobierno. El fútbol, al final y sea como sea, le dio una gran alegría al pueblo argentino.
Mario Kempes fue el goleador del Mundial 1978 con seis anotaciones. Fue el primer argentino en llevar la ’10’ en la espalda con trascendencia en una Copa del Mundo. Casualmente, usó ese número porque Argentina presentó su lista de futbolistas en un curioso orden estrictamente alfabético.