Las medidas buscan ayudar a controlar a la población que se desplaza sin permisos ni mascarillas para acudir a eventos en vacaciones de primavera
Este año, la ilusión de que el coronavirus está bajo control llevó a tantos turistas a Florida, que otra vez fue necesario cerrarles la puerta.
La multitud es tan incontrolable y los destrozos tantos que las autoridades decretaron el sábado estado de emergencia y toque de queda.
El hecho que detonó la situación fue que miles de personas abarrotaron el distrito cultural Art Deco de la ciudad. Claramente, se desató un caos absoluto y desórdenes en los últimos días, cuando los estudiantes universitarios suelen celebrar el inicio de la primavera boreal.
Gelber dijo que las multitudes se reunieron en momentos en que el condado circundante está experimentando 1.000 nuevas infecciones de COVID-19 y un rango de entre 50 y 100 personas hospitalizadas por día.
“Vayan a vacunarse para que puedan venir aquí y pasar un buen rato como nosotros porque nos hemos vacunado”, dijo Jalen Rob, otro estudiante que vacacionaba en la playa.