En un mundo donde los drones militares han cambiado las reglas del combate, las estrategias defensivas también han evolucionado. El sistema Leónidas, un arma de energía dirigida que utiliza pulsos electromagnéticos (EMP), se posiciona como la respuesta más efectiva para neutralizar enjambres de drones que operan en misiones destructivas en territorios enemigos.
Según un reciente informe del centro de estudios General Mosconi, este tipo de tecnología representa un avance crucial frente a la creciente amenaza de los drones de combate (UCAS, por sus siglas en inglés), utilizados tanto en conflictos abiertos como en operaciones clandestinas. En particular, la guerra en Ucrania aceleró el desarrollo de sistemas anti-drones (C-UAS), destacando a Leónidas como una de las soluciones más innovadoras.
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El presidente Javier Milei ha expresado su intención de equipar a las fuerzas de seguridad con tecnología de última generación para contrarrestar posibles amenazas aéreas no tripuladas. Según el Boletín Oficial, el Ministerio de Seguridad, liderado por Patricia Bullrich, será el encargado de gestionar una compra “secreta” de equipos que podrían incluir sistemas como Leónidas.
Este dispositivo, desarrollado por la empresa estadounidense EPIRUS, ya recibió un contrato del ejército de Estados Unidos por 66 millones de dólares para iniciar su fabricación. Su capacidad para dirigir pulsos electromagnéticos hacia un área específica lo convierte en un arma única para desactivar múltiples objetivos simultáneamente, una característica clave frente a los temidos enjambres de drones.
A diferencia de los sistemas basados en láser, Leónidas no requiere precisión quirúrgica para cada objetivo, lo que lo hace especialmente eficiente en escenarios de alta densidad de amenazas. Además, su capacidad para actuar sobre vehículos no aéreos, como pequeños robots terrestres, amplía su rango de aplicación defensiva.
El desafío de los enjambres de drones
Un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) de Estados Unidos destaca el potencial destructivo de los enjambres de drones, definidos como grupos coordinados de al menos tres drones que operan con mínima intervención humana. Estas tecnologías no solo amenazan instalaciones militares y civiles, sino que también desafían las capacidades actuales de defensa en todo el mundo.
Videos recientes de Forces News, en el Reino Unido, han demostrado la aplicación de esta tecnología en vehículos terrestres no tripulados, lo que subraya la necesidad de sistemas versátiles como Leónidas.
Un futuro con nuevos desafíos
El desarrollo de armas basadas en pulsos electromagnéticos representa un cambio paradigmático en la defensa militar. Aunque el secretismo en torno a la adquisición de estos sistemas en nuestro país dificulta conocer detalles específicos, la apuesta por Leónidas podría colocar al país en la vanguardia de la seguridad tecnológica frente a amenazas emergentes.
En un contexto global donde la robótica y los sistemas autónomos avanzan a pasos agigantados, el desafío no es solo crear nuevas armas, sino garantizar que las defensas estén a la altura de los peligros del futuro. Leónidas, con su capacidad invisible y letal, promete ser un pilar clave en esta batalla silenciosa pero crucial.