El chileno Avelino Montero pasó por momentos de dificultades y desafíos. Todo comenzó cuando sintió un dolor abdominal que lo llevó a pensar que tal vez era un simple malestar estomacal. Sin embargo, poco a poco, el dolor se hizo más intenso y preocupante.
Ante esta situación, Avelino y su familia decidieron llamar a Carabineros y fueron rápidamente llevados a un centro asistencial. Sin embargo, la espera por atención médica se prolongó durante horas, lo que solo empeoraba la situación. Finalmente, cuando el médico llegó a su casa en Paso El León, una zona rural en la Región de Los Lagos, Chile, el diagnóstico fue desgarrador: Avelino tenía apendicitis y necesitaba una cirugía urgente.
Pero aquí comenzó el verdadero calvario de Avelino. Debía ser trasladado al Hospital de Puerto Montt, pero, para su desesperación, se les informó que no había condiciones para vuelos nocturnos. La falta de atención médica inmediata lo dejó al borde de la muerte, mientras su familia vivía momentos de angustia e impotencia.
Fue entonces cuando la hija de Avelino, Yuri Montero, eligió tomar una decisión valiente y desesperada: viajar a Argentina en busca de ayuda. Juntos, emprendieron un complicado viaje de 120 kilómetros, enfrentando diversos obstáculos en el camino.
En la frontera, encontraron a una persona generosa que les brindó su ayuda. Conducidos en cuatriciclo durante aproximadamente 20 kilómetros, Avelino soportaba un dolor cada vez más intenso. Finalmente, llegaron a las orillas del río Manso, donde tuvieron que continuar su viaje en bote.
En territorio argentino, la pareja de la otra hija de Avelino, que vivía en Río Negro, los esperaba con los brazos abiertos. Rápidamente lo llevaron a una sala de primeros auxilios y desde allí fue derivado al Hospital de El Bolsón. Avelino recibió una atención médica oportuna y profesional que le salvó la vida.
Yuri no pudo ocultar su agradecimiento y admiración hacia los profesionales de la salud en Argentina. Reconoció su labor y la forma en que intervinieron para brindarle a su padre la atención necesaria. Sin embargo, su frustración no podía ser contenida cuando criticó el sistema de salud público en Chile, describiéndolo como deficiente y carente de empatía hacia las personas en situaciones de emergencia.
La hija de Avelino levantó su voz para denunciar la falta de humanidad y negligencia por parte de las autoridades chilenas. Aunque ahora se siente más tranquila por la atención recibida en Argentina, su deseo es que ninguna otra familia chilena pase por una experiencia similar en el futuro.
La historia de Avelino Montero es un recordatorio de los desafíos y obstáculos que algunas personas enfrentan en su búsqueda de atención médica en Chile. También nos invita a reflexionar sobre la importancia de un sistema de salud eficiente, accesible y humano, capaz de brindar atención oportuna en casos de urgencia.