El Tribunal de Justicia de Goya, Corrientes, dictó sentencia en uno de los casos de estafa más resonantes de los últimos años. Leonardo Cositorto, el rostro visible de Generación Zoe, fue condenado a 12 años de prisión por liderar una organización que defraudó a decenas de inversores con un esquema piramidal. Junto a él, Maximiliano Javier Batista, Lucas Damián Camelino y Miguel Ángel Echegaray recibieron penas de 8 años de cárcel por su participación en la maniobra delictiva.
El juez Ricardo Carbajal, acompañado por Jorge Carbone y Julio Duarte, fue categórico al referirse a la culpabilidad de Cositorto. “Es el ideólogo, creador y fundador de este conglomerado delictivo”, afirmó al leer la sentencia. La decisión del tribunal se tomó luego de una jornada marcada por tensiones, con un Cositorto desafiante que anticipó su intención de apelar y denunció a los jueces por prevaricato.
Un juicio tenso y una condena firme
Durante la audiencia de cesura, la Fiscalía, representada por Rubén Barry y María Eugenia Ballará, había solicitado una pena de 16 años de prisión para Cositorto, mientras que la querella exigió el máximo castigo posible. Por su parte, la defensa del acusado, encabezada por Guillermo Dragotto, argumentó que la pena debía ser reducida a 5 años, alegando que la intención nunca fue estafar a los damnificados.
Sin embargo, tras 30 minutos de deliberación, el tribunal decidió que Cositorto debía cumplir 12 años de prisión, mientras que sus principales colaboradores fueron sentenciados a 8 años. Además, se resolvió que Echegaray, Batista y Cositorto regresen a Córdoba, donde enfrentan otras acusaciones, mientras que Camelino quedó en libertad bajo condiciones estrictas: deberá fijar domicilio en Goya, presentarse semanalmente en fiscalía y entregar su pasaporte.
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Un escándalo que no termina
El proceso contra Cositorto estuvo marcado por escándalos y momentos de tensión. En la audiencia final, el líder de Generación Zoe tuvo un fuerte cruce con el juez Carbajal, luego de que este mencionara que dos meses antes de pagarle a los ahorristas, el acusado ya había vaciado y cerrado sus cuentas bancarias. Alterado por la acusación, Cositorto interrumpió al magistrado, lo que llevó al tribunal a ordenarle que fuera esposado y retirado de la sala.
Pablo Fleitas, abogado querellante, calificó la sentencia como "óptima", aunque admitió que esperaba penas más severas para los otros tres condenados. No obstante, recordó que todos ellos aún enfrentan otros procesos judiciales que podrían derivar en nuevas condenas.
El juicio dejó en claro la magnitud de la estafa y el impacto que tuvo en los damnificados. Con esta sentencia, la Justicia busca cerrar un capítulo en la historia de Generación Zoe, aunque el futuro judicial de Cositorto y su entorno aún está lejos de resolverse por completo.