La decisión de Boico cierra una de las estrategias procesales de la defensa de Alberto Fernández, quien había denunciado parcialidad por parte de Ercolini, a quien acusó de tener un "interés personal" en su procesamiento. En su resolución, Boico argumentó que "las críticas presentadas por el litigante no avalan objetivamente el temor de parcialidad que invocó" y que los elementos aportados por la defensa no justificaban apartar al juez.
Un fallo contra los argumentos de Fernández
El ex presidente había expuesto su postura ante Boico el lunes, en una audiencia en la que aseguró que Ercolini "lo quiere preso" y que existe una animosidad en su contra. Su abogada, Mariana Barbitta, presentó como prueba una serie de chats de WhatsApp entre Fernández y Ercolini, fechados entre 2017 y 2018, que según la defensa demostraban una relación personal y académica entre ambos.
Sin embargo, Boico desestimó este material al considerar que fue presentado fuera de tiempo y sin los respaldos técnicos adecuados. "No se aportó el dispositivo desde el cual supuestamente se captaron las imágenes ni se identificó el titular del teléfono", indicó en su resolución.
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La situación de Ercolini y el futuro de la causa
Mientras tanto, Ercolini completó ayer la ronda de 39 indagatorias en la causa, en la que se investiga si hubo direccionamiento de contratos de seguros en dependencias estatales hacia la empresa Nación Seguros. Ahora, el magistrado deberá definir la situación procesal de Fernández y de los demás imputados, entre los que se encuentra el broker de seguros Héctor Martínez Sosa y su esposa, María Cantero.
Sin embargo, la continuidad de Ercolini podría estar en juego. Mañana, la Cámara Federal realizará un sorteo para determinar si el juez sigue al frente del Juzgado N°11, que actualmente ocupa de manera transitoria. Si se decide un cambio, la causa podría quedar en manos de otro magistrado y la definición de las imputaciones se podría postergar aún más.
El argumento de Fernández y su vínculo con Martínez Sosa
Durante su indagatoria el 27 de noviembre, Fernández presentó un escrito en el que defendió el decreto 823, la base de la acusación en su contra, argumentando que con él se terminó con la "cartelización" en el negocio de los seguros estatales. Además, negó haber impulsado directamente la norma y minimizó su relación con Martínez Sosa, señalado como un presunto beneficiario de las contrataciones.
"Héctor Martínez Sosa es una persona a quien conozco y con quien he tenido siempre una relación de afecto. Pero jamás pedí que se lo favoreciera con seguros del Estado", aseguró el ex mandatario. "En mis cuatro años de gobierno no habré hablado con él más de cuatro o cinco veces, siempre de temas sociales y nunca de su negocio".
Con Boico ratificando la continuidad de Ercolini en la causa y con el inminente sorteo que definirá el futuro del juzgado, el destino judicial de Fernández podría definirse en las próximas semanas o quedar en suspenso si hay un cambio en la conducción del expediente.