Después de años de guerra mediática, a fines del año pasado llegó la paz entre Wanda Nara y Maxi López. La escandalosa separación de los padres de Valentino, Constantino y Benedicto fue por la aparición de Mauro Icardi como tercero en discordia, allá por el 2013, cuando el rosarino y el ex delantero de River Plate compartían vestuario en la Sampdoria.
Y a partir de ahí, Maxi y Wanda se cruzaron dardos cada vez que pudieron, tanto a través de los medios tradicionales, en las redes sociales, pero también en la justicia, lo que reflejaba una mala sintonía entre ambos pese a ser padres de tres hijos.
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En la noche de este miércoles, las cámaras de LAM la vieron llegar a la conductora de Masterchef Argentina (Telefe) a una conocida parrilla. Asistió junto a su amigo inseparable y estilista Kennys Palacios, quien se sumó a la mesa en la que esperaban López y también los tres hijos que tienen en común.
De lentes negros, buzo morado y con una actitud muy relajada, Wanda llegó con una sonrisa plena y saludó a su exmarido con un beso en el cachete.
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En noviembre del año pasado, el exjugador del Barcelona habló con Ángel De Brito sobre el vínculo con la madre de sus hijos y expuso: “Estamos bien. Estamos trabajando en equipo para los chicos, y eso es lo más importante. Los chicos están creciendo bien así que (estoy) contento. Creo que es el camino. Ahora las cosas están bien. Yo ayudo en todo lo que puedo ayudar, que es lo que siempre quise hacer”.