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Emociones a flor de piel: una participante de MasterChef hizo lagrimear a Germán Martitegui

Belén contó que fue abandonada de chica y que la crió una familia muy humilde con la que salía a cartonear y a pedir pan de ayer en las panaderías

Redacción
22/03/2023 07:49
La desgarradora historia de Belén.
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La nueva temporada de MasterChef Argentina tuvo su segundo programa cargado de muchas emociones, lágrimas e historias que removieron las fibras más profundas de los jurados y de los televidentes que están conociendo los futuros participantes del reality de cocina. 

Una de las historias más fuertes que se conocieron esta noche en MasterChef Argentina, fue la de Belén, una cocinera amatur de 30 año, que al entrar al estudio afirmó estar muy feliz y nerviosa por la oportunidad de estar frente a Damián Betular, Donato de Santis y Germán Martitegui.

 Todo comenzó con la presentación de Belén, una joven de 31 años con cuatro hijos, que anunció que iba a hacer un pollito al verdeo. “Quería estudiar cocina pero dejé por los niños. Hago cuadros, también hago campañas, un poquito de todo...”, dijo la participante.

Y después explicó el por qué de su pasión por la gastronomía: “Pasé mucha hambre de chica y creo que viene por ahí el tema de que me guste la cocina. A mí me abandonaron, me dejaron en una plaza y me agarró una familia. Vivíamos en un barrio muy precario, en una casilla. Y éramos cartoneros, o pedíamos pan de ayer en las panaderías...O sea, pasé hambre realmente. Y creo que, desde el deseo de comer y tener comida, es que me gusta y disfruto de la cocina. ¡Amo comer!

Cuando finalmente la muchacha presentó su plato, no pudo contener las lágrimas de los nervios. “Soy muy sensible”, se justificó. Donato probó un bocado y, aunque le dijo que había mucho para mejorar, le dio un “”. Betular, en cambio, se puso estricto y le dio un “no”. A su turno, Martitegui, mostró su costado más humano. “Yo no voy a hablar del plato. A mí me parece que vos te merecés esta oportunidad. Y me parece que nosotros nos merecemos esta oportunidad de tenerte cerca un rato y enseñarte a cocinar. Así que te voy a dar un sí y un delantal”, dijo el chef con los ojos empañados.

 

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