“Si me hubiera pasado a mí lo de Mendoza, habría ido preso”, sostuvo, sin vueltas, Juan Román Riquelme, presidente de Boca Juniors y uno de los grandes ídolos modernos de los hinchas del club, acerca del episodio en el que tanto el mandatario de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, como el árbitro Andrés Merlos, insisten en que uno fue agredido por el otro al término del partido en el que los cordobeses perdieron contra los xeneizes por los octavos de final de la Copa Argentina en una interminable definición por penales.