El gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, afirmó hoy que la llegada de Sergio Massa al gabinete significa "una oportunidad para el país", y consideró que "hay una buena expectativa por parte del mercado" en relación a la nueva función que cumplirá el actual titular de la Cámara de Diputados al frente del ministerio unificado de Economía, Desarrollo Productivo, Agricultura, Ganadería y Pesca.
"Es una oportunidad para el país, en tanto se ordenen las cosas. El propio Sergio Massa dijo que iba a hacer anuncios el miércoles, creo que hay una buena expectativa del mercado", dijo Morales en declaraciones para AM750.
El desembarco de Massa y la unificación de tres ministerios en una sola carteras fueron decisiones respaldadas por referentes del oficialismo y de la CGT, quienes manifestaron sus expectativas por el nuevo rol ejecutivo del saliente presidente de la Cámara de Diputados y ponderaron su capacidad de gestión.
Para Morales, el diálogo con el Frente de Todos (FdT) "se dará en el Congreso" y recordó que ese ámbito es dónde Massa "cultivó sus mayores vínculos".
En otro orden el mandatario jujeño se diferenció de la presidenta de PRO, Patricia Bullrich, al considerar que no se debía "agitar" un adelantamiento de las elecciones presidenciales.
"La posición de la UCR es sostener las instituciones y para esto el presidente tiene que llegar hasta el minuto final de su mandato. Hay que esperar, existe una oportunidad para que la situación mejore", puntualizó.
El plan que quiere el superministro: la fábrica de dólares y una figura fuerte para calmar los precios
Los rodean a Massa dicen que tiene una obsesión central: "que la Argentina sea una fábrica de dólares". Tendrá como eje de su plan un programa de exportación que irá más allá de las posibilidades del agro y avanzará en los rubros energía y, sobre todo, Economía del Conocimiento. Si bien el Gobierno ya venía alimentando el perfil exportador de esos sectores, Massa cree que es urgente que empiecen a entrar divisas para que Argentina no vuelva a tener, en el corto plazo, otra mini crisis o corrida cambiaria en contra por carecer de dólares.
En ese contexto, en el equipo de Massa confían en que las gestiones externas para préstamos de organismos multilaterales serán un punto importante. En las últimas horas, de hecho, el titular del Banco Interamericano de Desarrollo, el cubano Mauricio Claver Carone, que le había negado a Argentina los préstamos cuando Gustavo Beliz era el negociador, ahora cambió de parecer y hasta elogió al nuevo ministro.
En paralelo, prepara una agenda activa en línea con beneficios impositivos para trabajadores, en un contexto en el que la marcha de la inflación es un problema para los salarios. "Si quieren saber cómo va a gestionar Sergio, con qué perfil y qué línea, miren su labor en Diputados", afirman en su entorno. Citan allí medidas como el alivio fiscal en Ganancias y a los trabajadores monotributistas.
El efecto Massa
El otro frente que será prioridad es la inflación. Resulta que en las últimas horas, todo el gabinete que había llegado con la ex ministra de Economía, Silvina Batakis, presentó la renuncia. Entre ellos la firmó el secretario de Comercio Interior, Martín Pollera. Durante el fin de semana se definirá si le aceptarán la renuncia o buscarán un reeemplazo. Massa quiere en ese lugar un cuadro activo, que muestre gestión y acción.
El modelo a calcar es el de Guillermo Michel, actual titular de Aduanas. Algunos lo llaman "Míster percepción de riesgo", porque con sus acciones de jaqueo al contrabando genera la idea de efectividad en los controles y condiciona accionares. Buscan algo igual para Comercio. Suena, si Pollera no queda, el actual titular de ARSAT, Matías Tombolini, economista muy cercano a Massa.
En paralelo, el tigrense tiene, según confiaron personas que lo frecuentan, un nexo muy directo con los empresarios del supermercadismo nacional. Y a la vez es el padre de la Ley de Góndolas, régimen que obligó a los comercios a compartir la góndola con pymes y a restringir el abuso de precios de las empresas líderes. La mano de Massa sobre Comercio se verá en esa línea, un perfil abierto a negociar, pero inflexible en materia de especulación.