El vínculo entre Patricia Bullrich y Luis Petri, quienes compartieron una alianza política que incluyó incluso la conformación de un binomio presidencial, ha llegado a un punto crítico con la renuncia de Carlos Becker, quien era más que el jefe de Gabinete del Ministerio de Defensa: era un símbolo de esta alianza. La salida de Becker, tras una acalorada reunión con Petri, marca el fin de esta colaboración.
Becker, reclutado por Bullrich y ubicado por Petri en el Ministerio de Defensa, mantenía una relación peculiar con el general Claudio Pasqualini, ex jefe del Ejército durante la gestión de Mauricio Macri. Ahora, con la salida de Becker, Pasqualini asume como jefe de Gabinete de Petri, restaurando así las jerarquías militares.
Aunque Becker era considerado un colaborador cercano a Bullrich, Petri negó cualquier conexión entre su destitución y su relación con la ministra de Seguridad, asegurando que ambos mantienen una relación "excelente".
Sin embargo, la designación de Pasqualini no está asegurada debido a una presunta campaña en su contra, liderada por Cristina Pérez, esposa de Petri y periodista reconocida. Según informó Urgente 24, Pérez habría sugerido a su esposo la designación de la abogada penalista María Lucila Carrasco en lugar de Becker, lo que reflejaría un cambio de poder dentro del gobierno de Javier Milei.
Mendocinos a Defensa
Esta situación también revela tensiones previas entre Bullrich y Petri. Parece que el radical tenía la intención de nombrar a varios allegados mendocinos como asesores sin una tarea específica, lo que Becker interpretó como compromisos político-partidarios. Ante esta situación, Bullrich solicitó una evaluación de estos nombramientos, a lo que Becker respondió que eran innecesarios, lo que provocó un conflicto adicional entre él y Petri.
La ruptura entre Bullrich y Petri es significativa dentro del gobierno de Milei, ya que ambos llegaron al espacio desde Juntos por el Cambio y desafiaron a Horacio Rodríguez Larreta con el apoyo de Mauricio Macri. La alianza entre Bullrich y Petri desplazó a Victoria Villarruel dentro del gabinete de Milei, ocupando espacios clave como Seguridad Interior y Defensa. Sin embargo, recientemente, Petri ha buscado más autonomía respecto a Bullrich, y esta ruptura marca el punto culminante de esta evolución.
La falta de comunicación entre Petri y Becker durante un evento oficial reciente sugiere una crisis en su relación, alimentada por las tensiones internas y los movimientos políticos dentro del gobierno de Milei. La remoción de Becker, y la posible llegada de Carrasco en su lugar, representan una transformación significativa en el equilibrio de poder dentro de este gobierno.