Desde hace varias semanas Pablo Andrés Vallejos está en coma y permanece en la terapia intensiva del Hospital Central. El hombre está parapléjico en calidad de detenidos, y es considerado un delincuente peligroso: está acusado de participar de un asesinado y perpetrar al menos cinco robos de vehículos.
Sin embargo la semana pasada su caso tomó estado público luego de que interviniera la Dirección de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia que depende de la Suprema Corte.
Allí se pidió su inmediata libertad por la condición en la que pasa sus días -con consigna policial y penitenciaria- y su abogado defensor actuó presentando un control jurisdiccional para que resuelva su situación procesal.
Este pedido generó gran revuelo en los Tribunales provinciales, e inclusive debió intervenir la Suprema Corte de Justicia de la provincia, a través de la Secretaría Legal y Técnica.
Finalmente este martes el juez de primera instancia Gabriel Bragagnolo dio por terminada la polémica durante una audiencia que se realizó en el nuevo Polo Judicial: rechazó la intervención de DDHH al entender que no se han vulnerado sus derechos mientras se encuentra internado.
El magistrado, según trascendió, entendió que Vallejos puede recuperarse con el paso de los días y tener más contacto con sus conocidos y hasta influir, a través de su familia, en lo que puedan declarar los testigos de la causa, por lo cual, existe riesgo de entorpecimiento de la instrucción.
Por su parte la fiscal de Homicidios, Andrea Lazo, había pedido que el acusado continúe detenido en el Central por su condición de delincuente peligroso.
Vallejos fue baleado por la Policía en la noche de 23 de febrero luego de dispararle en el rostro a una abogada durante una entradera en Guaymallén.