Uno de los detenidos es el empleador de los jóvenes, que en un principio había declarado como testigo.
Sólo un día después de que descubrieran los cadáveres de los hermanos Álvarez en un desagüe de Rodeo del Medio, Maipú, el fiscal del caso ordenó la detención de cuatro personas.
Fue la fiscal de Homicidios Andrea Lazo quien logró reunir las pruebas necesarias para ordenar la realización de una serie de allanamientos. Fue así como se logró la aprehensión de cuatro personas en Los Corralitos y Rodeo del Medio, siendo uno de ellos el empleador que Franco y Kevin Álvarez habían ido a ver el día en que desaparecieron.
Si bien en un principio no recaía ninguna sospecha sobre el empleador, quedó en el ojo de la tormenta luego de que un perro adiestrado marcara dos heladeras ubicadas en su domicilio de Guaymallén. Si bien los cotejos en las mismas dieron negativas (la sangre que allí había era de animales), no se descarta que haya tenido algo que ver con la desaparición.
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Los otros tres detenidos son dos obreros que trabajan en la misma obra que las víctimas fatales y un vecino de esos. En las próximas horas los investigadores intentarán determinar si estos tuvieron algo que ver con el doble crimen.
Franco y Kevin habían sido vistos por últimas vez el 7 de junio pasado, cuando salieron de su casa en Maipú rumbo a Guaymallén para cobrar un trabajo de albañilería. Desde allí no se supo nada más de ellos, y con el correr de los días comenzó a tomar fuerza la posibilidad de un doble crimen debido a que uno de los jóvenes tenía problemas con un grupo de personas por drogas.
En la tarde del domingo una mujer vio los cadáveres en la laguna del Viborón, y este lunes el cotejo de ADN se confirmó que se trataba de los hermanos. Tras la necropsia se confirmó que los jóvenes presentaban golpes en el abdomen y la espalda, y que fueron ejecutados con un revólver Calibre 22.