Dialogar con Julia Zuccardi implica hacerlo con una persona que aplica conceptos claros desde el punto de vista didáctico para explicar qué significa el vínculo entre la cultura y el vino.
Durante la presentación de los trabajos de Susana Campanello, Ariel Toba y Tachuela, con la curadoría de Pupi Agüero, la empresaria se prestó a esta entrevista y dio detalles acerca del legado que le transmitió su abuela Emma.
-¿Cómo te sentís al seguir con la tradición que inició tu abuela Emma respecto de las muestras de arte?
- Primero que todo es un honor, porque lo que hizo mi abuela en su momento fue una innovación. Fuimos la primera bodega en tener sala de arte y eso fue bastante rupturista. Y después es una gran responsabilidad porque es algo hermoso y seguir dándole vida es un honor para mí. El vino es cultura y a través del arte podemos mostrar un poco más de Mendoza a quienes nos visitan.
- Mencionabas que el vino es cultura, pero la familia Zuccardi también lo es para Mendoza. ¿Cómo se inició la marca?
- Fue un trabajo de años, muy orgánico. Lo inició mi abuelo, que era ingeniero civil. Él vino desde Tucumán y no sabía nada de vinos, pero estaba desarrollando un sistema de riego muy innovador para ese momento y llegó a Mendoza para mostrarlo y comercializarlo. Y compró acá en Maipú el primer viñedo pequeño. Así fue que empezó a incursionar en la vitivinicultura y se enamoró de eso, por eso así decidió quedarse. Esto fue más o menos en el año '63 y en el '68 comenzó con la bodega. Zuccardi es parte de Mendoza y somos responsables de llevar la bandera del lugar, la provincia y el país. Nuestro producto no es solo un producto, tiene historia y tiene familia y muchas otras cosas detrás.
- Mencionaste que en la provincia son un referente. ¿Cómo tomás vos y tu familia esa responsabilidad? ¿Les significa un peso?
- No lo vivimos como un peso, pero si como una responsabilidad porque el consumidor ya espera algo de nosotros. En la familia encontramos nuestro lugar y disfrutamos mucho lo que hacemos y es como una cadena. Somos lo que somos gracias a mucha gente. Esta es una empresa familiar pero está extendida y hoy somos más de 800 empleados. Y gracias a todo lo que ha sucedido en Mendoza, ya que las bodegas tomaron más relevancia y que la provincia se haya posicionado como destino turístico es un poco de todo que nos ayudó.
- ¿Qué vino le recomendarías a alguien que viene a la bodega?
- En Santa Julia, el consumidor es un poco dividido. Está la persona que sabe mucho de vinos y el que no sabe nada. La premisa es abrirle las puertas al mundo del vino al que no conoce, y al que sí, sumarle conocimiento. Nos gusta salir del preconcepto de que hay un vino. Lo que queremos fomentar desde Santa Julia es que el vino te tiene que gustar y tenés que elegir el que te haga bien. Tratamos de que reine el amor por el vino y que el cliente pueda elegir el que más le guste, según la ocasión. Hoy, la tendencia es acercar el vino a todos y que la gente sepa que no hay que ser un experto en vino, sino que se puede aprender.
- ¿En qué se basaron a la hora de elegir a los artistas de esta muestra?
- Nosotros venimos trabajando desde hace muchos años con Pupi Agüero. Ella trabajaba con mi abuela y ahora conmigo y es una persona muy formada en materia del arte, por lo que va eligiendo para cada muestra distintos conceptos. La idea es que no se encasille en un solo estilo si no que vaya variando pero siempre con artistas locales, ya que no puede ser arte fuera de Mendoza. Después ella va buscando, cómo en este caso, que entre los artistas haya una conexión en su obra y en este caso son artistas jóvenes con mucha obra.
- ¿Que te representa saber que hay un vino con tu nombre?
- Bueno, cuando Santa Julia nace yo tenía 10 años y nadie de la familia visualizó lo que pasó después. Éramos una marca chiquita y necesitábamos un nombre para exportar y así surgió. Yo siempre digo que fui creciendo junto con la marca. Entonces, para mí fue muy orgánico y no se dio de un día para el otro. A veces me sorprende que la gente me reconozca pero para mí es un honor enorme transmitir la esencia de la marca.
- Y hablando de la esencia de la marca, ¿Cuál es?
- En Santa Julia tenemos 3 propósitos muy claros que son: la innovación, la calidad y la sostenibilidad. Y cuando hablamos de la última se trata del cuidado del medio ambiente y de nuestra gente. Somos una marca en la que elegimos cuidar sobre todo el medio ambiente y como productores de vinos es un trabajo enorme, por lo que nos gusta transmitirlo y contagiarlo. Hoy día, el consumidor lee mucho y se informa sobre cómo está hecho todo y qué está detrás de la marca.
- Finalmente, ¿Tenés un vino favorito?
- A mí me gustan mucho los blancos y hoy me gusta mucho uno que se llama "la oveja".
Entrevista: Candela González y Nahuel Masuzzo.
Producción y Edición periodística: Fabián Galdi