Desde que empezó el 2020, el mundo entero atraviesa una crisis inédita. La pandemia de coronavirus modificó las rutinas, las agendas y cualquier tipo de actividad prevista o programada que se pudiese tener para el año. Incluso, el escenario post pandemia también asoma como diferente y hasta se habla de una “nueva normalidad”.
En esta nueva normalidad pronosticada, lo sustentable adquirirá un protagonismo fundamental. No sólo desde el punto de vista económico y financiero; sino también desde lo ecológico y ambiental. Y en este escenario prácticamente inminente, un recurso de ventilación y calefacción de espacios cerrados basado en la luz solar y el aire libre surge como una novedosa alternativa. Se trata de los denominadas calefactores solares” o sistemas de climatización y renovación de aire solar; un sistema centrado en uno o varios paneles térmicos que absorben la luz solar y la transforma en calor útil, y que permite ambas posibilidades (ventilación y calefacción) de forma segura y garantizando la renovación del aire encerrado.
A ello se suma un detalle fundamental y que tiene vinculación directa con una de las tantas recomendaciones de la OMS en el actual contexto de pandemia. Es que, con el objetivo de intentar frenar el avance del contagio, uno de los enunciados de la organización internacional es mantener ventilados los espacios cerrados y airearlos. En este sentido, el aire que ingresa a la vivienda por medio de este sistema en el proceso de renovación -y previo filtrado por el sistema-, es limpio y disminuye la carga de microorganismos del aire interior.
Si se tiene en cuenta que la falta de ventilación o las tasas bajas en este proceso están estrechamente asociadas con mayores tasas de infección o brotes de enfermedades de transmisión aérea; la alternativa de las “calefacciones solares” suma más ventajas.
Este sistema es desarrollado íntegramente en Mendoza por Energe, la PyME mendocina dedicada al desarrollo, producción y comercialización de sistemas de energía solar (fotovoltaica y térmica).
Se trata de un producto diseñado específicamente para ventilar de forma eficiente una vivienda; y al mismo tiempo complementar la calefacción en invierno. Por día, este sistema renueva el aire del hogar al menos tres veces; y reduce además el consumo energético de calefacción hasta 40%, según el tipo de vivienda y su aislación. En un contexto de tarifas energéticas altas (incluso con sus valores congelados), se convierte en una alternativa más que considerable.
El ahorro energético que significa la instalación y la decisión de pasarse a la calefacción solar -ya sea en un consumo doméstico, industrial o institucional- tiene que ver con que este sistema complementa la climatización del ambiente con energía limpia y renovable (en este caso, la solar). Además, al no necesitar la apertura de ventanas y puertas para renovar el aire, se evita la pérdida de temperatura ambiente durante el proceso.
Al mantener la vivienda con presión positiva de aire, se eliminan las filtraciones de aire frío durante el funcionamiento del equipo. No obstante, la ventilación es plena y efectiva; lo que disminuye el riesgo de intoxicación por aire viciado (monóxido de carbono) en aquellos ambientes que cuentan con calefactores sin tiro balanceado, además contribuye a la eliminación de olores y formación de moho.
En verano, en tanto, este mismo sistema de ventilación y calefacción cumple la función de ventilar y refrescar el ambiente. Esto último, porque el aire que ingresa y es “filtrado” reduce su temperatura al pasar por el sistema. Y permite que el proceso se efectúe de forma automática, aún cuando no haya nadie.
La ventana consta de un sistema compuesto por un captador (o varios) colocado en un muro exterior de cualquier vivienda; siempre orientado al norte, o bien en el techo de la vivienda. Esta orientación no es caprichosa, sino que tiene que ver con un mayor aprovechamiento de la luz y exposición solar. Además del captador, cuenta con un difusor de aire colocado en el interior de la vivienda, y ambos componentes están interconectados a través de conductos.
El sistema toma aire limpio del exterior (por medio del captador), lo traslada por un filtro y lo somete a un proceso de elevación de temperatura dentro del panel térmico diseñado exclusivamente para calentamiento de aire. Una vez culminado este proceso, lo devuelve al ambiente -en este caso, interior- con una temperatura que oscila los 40º C.
El mencionado equipo requiere muy poca intervención de parte del usuario; ya que al encenderlo, su funcionamiento es automático e inteligente, por esto es también una alternativa para la renovación de aire en casas de fin de semana o a las que no se habita con frecuencia. Y únicamente funciona cuando el aire está suficientemente caliente.
En el caso de locales de uso diurno (locales comerciales, oficinas, restaurantes) es una excelente opción de calefacción y ventilación ya que las horas de uso coinciden casi plenamente con las de radiación solar disponible, haciendo su uso muy efectivo.
En cuanto a la disposición del panel según la superficie, lo recomendable es utilizar un panel de 2 metros cuadrados por cada 20 o 30 metros cuadrados de vivienda. Esto es para asegurar un buen nivel de ventilación y aporte de calefacción y refrescamiento.
Puede ser colocado en el techo o en la pared (orientada hacia el Norte), se instala en el mismo tiempo que requerido para la de un calefactor a gas y no requiere roturas estructurales, simplemente una perforación de 200mm.
La vida útil de estos equipos ronda los 30 años, y el único mantenimiento que precisa es un cambio anual del filtro del aire.
Sus modelos:
Calefactor solar de aire compactos (Pared)
SISTEMA 2.0 -Sup. del Panel 2mt2 / Sup. Ventilada 20mt2
Calefactor solar de aire Impulsados (Techo)
SISTEMA 4.0 – Sup. del Panel 4.5 mt2 / Sup. Ventilada 50mt2
SISTEMA 6 .0-Sup. del Panel 6.5 mt2 / Sup. Ventilada 70mt2
SISTEMA 8.0 -Sup. del Panel 8.5 m t2 / Sup. Ventilada 90mt2
SISTEMA 10.0 -Sup. del Panel 10.5 mt2 / Sup. Ventilada 110mt2
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