Desde hace un tiempo a esta parte, las sociedades anónimas deportivas en el fútbol argentino son tema de agenda. Las palabras del presidente de la Nación, Javier Milei, acerca de que las SAD desembarquen en el fútbol doméstico generaron todo tipo de reacciones. Incluso cuando asistió a las elecciones en Boca Juniors, el primer mandatario hizo referencia a la innovadora propuesta.
Un youtuber, partidario del Chelsea, revivió el rumor de que el dueño del club inglés esté interesado en la compra de algunos clubes argentinos. Las reacciones en el mundo de la redonda no se hicieron esperar.
La pregunta que se suscita es: ¿la inversión económica se traduce en éxito deportivo?
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La historia del Chelsea
A comienzos de 2022, el Chelsea era propiedad del magnate ruso Roman Abramovich, quien se vio obligado a vender el club como consecuencia de sus vínculos con el gobierno ruso encabezado por Vladimir Putin, luego de la invasión de Rusia a Ucrania. Al margen de ese abrupto final, el ciclo de Abramovich al mando de Chelsea transformó al club y lo catapultó a las primeras planas del fútbol mundial con cinco Premier League, dos Champions League, dos Europa League y un Mundial de Clubes.
A la salida de Abramovich, se dio el arribo de los capitales estadounidenses encabezados por el empresario Todd Boehly. El hombre al frente del grupo inversor BlueCo se convirtió en el dueño del club a cambio de 4.971 millones de dólares y añadió a los Blues a su portafolio, uno que en el mundo del fútbol también incluye al Racing de Estrasburgo, que milita en la Ligue 1.
Boehly, de 50 años, es quien habría posado sus ojos en Boca, Racing, Estudiantes, Newell's y Lanús. Todo, según el rumor que comenzó Felix Johnson, YouTuber partidario de Chelsea, y que Javier Milei replicó en una entrevista con Radio Mitre.
Según Forbes, el estadounidense posee una fortuna valuada en 4.500 millones de dólares y, luego de un intento infructuoso de comprar a Chelsea en 2018 a cambio de 2.500 millones de dólares, se hizo con el club en 2022 tras unirse con el fondo de inversión Clearlake Capital, el suizo Hansjörg Wyss y Mark Walter. Este último es socio de Boehly en dos franquicias deportivas que son pesos pesados tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo: Los Ángeles Dodgers de la MLB y Los Ángeles Lakers de la NBA.
Al defender su posición en favor de las SAD, Milei usó el argumento del éxito deportivo: "Soy hincha de Boca y si vienen grupos inversiones y ponen una fortuna en Boca y eso hace que Boca gane siempre y que River no le pueda ganar un solo partido, la pregunta es, ¿dónde firmo?". La línea de razonamiento empleada es clara: a más dinero, más éxito deportivo. Sin embargo, la experiencia en Chelsea demuestra que no siempre es así.
El desembarco de Boehly fue acompañado por la astronómica cifra de 700 millones de dólares empleados en refuerzos, con los traspasos récord de Enzo Fernández desde Benfica por 100 millones de dólares y de Moisés Caicedo desde Brighton por 133 millones como emblemas. La salida de Thomas Tuchel como entrenador fue seguida de la contratación de Graham Potter, pero ni eso ni los refuerzos le dieron a Chelsea el éxito esperado.
Potter se fue sin pena ni gloria y el histórico exjugador Frank Lampard fue el encargado de asumir como interino. Un supuesto interés por Marcelo Gallardo fue acompañado de la contratación de Mauricio Pochettino, quien hoy comanda al equipo de Stamford Bridge pero las cosas no cambian. Actualmente, Chelsea se ubica en la 11° posición de la Premier League, a ocho puntos de las posiciones de clasificación a Europa League y a 14 de los de Champions League.