Una catarata de denuncias de afiliados de CIMESA ante los medios de comunicación y presentaciones judiciales a visibilizado un quebranto de la obra social que desde hace varios meses no responde a casi ningún tipo de prestación. Asimismo, el descontento se profundiza por la falta de certeza sobre las cuentas de la entidad.
Al ser consultado la gente de cimesa dijo al respecto, que es un problema del "sistema informático", minimizando y relativizando la situación. "Estamos cubriendo el Programa Médico Obligatorio con una cuota más baja que el resto de las prepagas" también se excusó. Sin embargo, anteriores dirigentes, han expresado que preparan una causa penal, con la que se buscará despejar dudas sobre la actual gestión financiera que habría llevado a la obra social a una situación crítica.
Los afiliados señalan que no ha habido falta de pago de sus cuotas y que por tal motivo deberían recibir la asistencia que esa prestadora se ha comprometido. Explicaron que desde octubre, ninguna farmacia recibe las recetas de Cimesa, obligan a los afiliados a solicitar recetas todos los meses a sus propios médicos, y no tienen en cuenta las historias clínicas de los propios afiliados. Aparecen también muchos otros incumplimientos, de diversa índole y le apuntan al presidente José Ludovico Palma.
Señalaron también que ello provocó dos situaciones: por un lado, se multiplicaron las personas que decidieron comunicarse con medios de comunicación para contar sus penurias, similares o peores que las ya reveladas.
Miriam, una afiliada, detalló que hace 30 años que pagan las cuotas y se encuentra sin cobertura. Manifestó que tenían el hospital Italiano, el hospital Español, la clínica Santa Rosa el hospital Santa Isabel de Hungría, médicos, dentistas, estudios clínicos para elegir y que por falta de pago de la prestadora, ninguno de esos centros asistenciales recibe a los afiliados de Cimesa.
Otros afiliados, como Martín y Romina dijeron que "deben peregrinar buscando médicos por fuera de la prestadora para atenderse de enfermedades complicadas y pagar en forma particular, pues los médicos que anteriormente los atendían por la obra social ahora no los reciben".
Enfermedades como diabetes, problemas cardiovasculares, son los más comunes que los afiliados tienen que enfrentar de manera personal. Señalaron que los más comprometidos, son los afiliados mayores que no se pueden cambiar de obra social por sus avanzadas edades.
Otra afiliada dijo que "tiempo atrás Cimesa era una de las mejores prepagas de Mendoza y ahora es un desastre". "Tenemos una edad crítica y no podemos tener una prepaga que no nos cubre una urgencia. No hay ninguna farmacia en Mendoza que acepte CIMESA. La farmacia propia nunca tiene nada y hay que pedir la medicación por Whatsapp y esperar. Otro problema es que los médicos que nos atendían años atrás y llevan nuestra historia clínica ya no reciben mas CIMESA. Nos sentimos cautivos y desamparados en lo que respecta a salud", expresó con angustia.
La misma mujer relató que "tenemos graves problemas en Cimesa, prepaga de salud que desde hacen más o menos 4 años no cumple con ninguno de sus servicios de salud y eso que pago 15 mil pesos por mes", decía.
Las mimas personas perjudicadas por la actual situación de la prepaga dijeron que Cimesa dejó de pagar al hospital Italiano y al hospital Santa Isabel de Hungría. Esos servicios son cubiertos por prestadores que no tienen la complejidad suficiente para cubrir con las demandas de los afiliados.
Ante un panorama incierto de los afiliados, y las respuestas esquivas de las autoridades, por lo pronto la única certeza es que CIMESA atraviesa un concurso de acreedores, con el deberá resolver una cuantiosa deuda a personal y prestadores.