El momento en que cada persona se alimenta y qué se consume pueden influir en el bienestar general. Pero con la vorágine de la vida actual, a veces puede ser difícil seguir horarios adecuados para dedicar tiempo a una alimentación adecuada.
La cena temprana ayuda a bajar el riesgo de tener obesidad, diabetes tipo 2, y cáncer entre otros beneficios para el organismo.
¿Cuál es el mejor horario para cenar?
Un efecto de la cena tardía es que puede hacer que el cuerpo almacene más grasa y reduzca los niveles de leptina, que es la hormona que le dice a su cerebro cuando está lleno.
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En base a diferentes estudios científicos, expertos en nutrición coinciden en que debe cenar al menos dos horas antes de acostarse cada día.
“Una cena más temprana da una buena cantidad de tiempo para digerir los alimentos y permite que el azúcar en la sangre suba y baje adecuadamente después de la cena”, explicó Zumpano, especialista en nutrición. Así, la persona no se va a la cama con el estómago llena o con el azúcar en sangre por las nubes. De hecho, las personas que cenan antes suelen decir que duermen mejor.
En tanto, que la licenciada Gabriela Saad, licenciada en nutrición y miembro del grupo de investigación en alimentos de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) expresó: “En el caso de las personas con reflujo gastroesofágico -especialmente-, deberían cenar por lo menos 2 horas antes de irse a dormir, para reducir los síntomas”.
Los expertos sugieren cenar dos horas antes de irse a dormir. Se puede ir a caminar después de las comidas, especialmente las personas con diabetes
También las personas con diabetes o con resistencia a la insulina deberían salir a caminar después de la cena y de las otras comidas. “Caminar después de la cena temprana ayuda al control de la glucemia”, agregó Saad.
Además, los especialistas señalaron: “La melatonina empieza a subir unas tres horas antes de ir a la cama. También le indica al páncreas que reduzca la producción de insulina. Si la persona tiene un pico de azúcar después de comer tarde, al cuerpo le cuesta más regular el azúcar en sangre.
Otra de las ventajas de cenar temprano está en que se baja el riesgo de cáncer de mama o de próstata.