Juan Domingo “Chicha” Ferreyra, de 45 años y reconocido integrante de la barra brava de Rosario Central, fue asesinado el sábado pasado por la noche en su domicilio, ubicado en la zona sur de Rosario.
En base al informe policial, las primeras hipótesis coinciden en que el hecho fue consumado por un sicario acompañado por un conductor de una moto.
Este último se habría acercado a la vivienda, llamó a Ferreyra a través de la ventana y, al acercase, le disparó en el rostro y el abdomen. Luego de los disparos, el atacante huyó rápidamente del lugar junto a su cómplice. Minutos más tarde Ferreyra fue trasladado de urgencia al Instituto Médico Legal de Rosario, donde confirmaron su fallecimiento.
La Policía incautó el teléfono celular de la víctima y las vainas servidas que se encontraban en la escena del crimen, además de realizar un relevamiento de las cámaras de vigilancia de la zona, para determinar si pueden encontrar al responsable de los disparos o su cómplice.
Hasta el momento, no hay detenidos.
EL ANTECEDENTE MÁS CERCANO
Este trágico hecho se suma al asesinato de Andrés "Pillín" Bracamonte, líder de la barra brava del "Canalla", ocurrido en noviembre de 2024.
Bracamonte fue emboscado junto a su mano derecha, Daniel “Rana” Atardo, en las cercanías del estadio "Gigante de Arroyito".
Ambos fueron acribillados mientras se desplazaban en una camioneta. Las autoridades investigan un posible ajuste de cuentas interno entre facciones dentro del club.
LA INFILTRACIÓN LAS MAFIAS EN EL FÚTBOL
La seguidilla de asesinatos de figuras prominentes de la barra de Rosario Central pone en evidencia la profunda infiltración del crimen organizado en el fútbol argentino. Las autoridades enfrentan el desafío de desarticular estas redes delictivas y garantizar la seguridad en una ciudad que ha sido epicentro de la violencia en los últimos años