La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta, participó como invitada por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), de la jornada de presentación del informe “Género y Acceso al Financiamiento Empresario en Argentina”, que realizó el Banco interamericano de Desarrollo (BID) que aportó mediciones y evidenció las diferencias de comportamiento del mercado crediticio según el género en Argentina.
Gómez Alcorta resaltó las brechas laborales para mujeres y LGBTI+, tanto en el acceso como en la promoción y permanencia en empleos formales, además de los niveles menores en los salarios y la participación mayor en el mercado informal. “Este informe muestra más datos que refuerzan estas diferencias de género. Solo ocho de cada cien PyMES de nuestro país tienen una mujer como propietaria mayoritaria y en el caso de las grandes empresas ese número es de tres cada cien”, detalló.
Las empresas lideradas por mujeres enfrentan mayores dificultades para el desarrollo productivo, acceden menos a créditos y perciben una tasa de rechazo mayor que las empresas encabezadas por varones. Entre las causas profundas que provocan esas brechas, Gómez Alcorta señaló que “hay desigualdades de género que estructuran todo el sistema económico, social, político desde hace siglos. Tenemos por delante la tarea de desarmar estos patrones que nos articulan la vida cotidiana como la división sexual de trabajo que asigna roles según los géneros e invisibiliza las tareas de cuidados”, señaló.
Luego destacó el resultado contundente del informe “Medición del aporte del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado al Producto Bruto Interno”, que realizó la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía de la Nación, donde comprobó, al medir por primera vez en nuestro país, que el valor de aporte en la economía representa el 16 % del PBI, siendo el mayor de toda la economía seguido luego por la industria y el comercio. “Más del 75% de todo ese valor lo realizan las mujeres. Esta distribución asimétrica en la organización social del trabajo es el corazón de las desigualdades que nos lleva después a poder pensar las brechas en el sistema laboral y financiero, entre otros ámbitos”, aseguró la ministra.
Para reducir esas brechas instó a “mejorar las condiciones de acceso al crédito, ser creativos en la implementación de nuevos instrumentos financieros que se adapten a demandas particulares y promover facilidades para los sectores históricamente excluidos como las mujeres y LGBTI+”.
Viviana Alva-Hart, jefa de operaciones de BID para el Cono Sur y Christian Asinelli, subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales para el Desarrollo de la Secretaría de Asuntos Estratégicos, también participaron del panel que estuvo moderado por Patricia Marín. Sebastián Auguste, de la Universidad Torcuato Di Tella, autor del informe junto a Bruno Galetto, realizó la presentación de los resultados.
Según las encuestas, en el acceso a crédito entre mujeres y hombres empresarios en Argentina, solo 20,5% de las empresas lideradas por mujeres utiliza créditos bancarios para financiar su inversión, frente a 42,9% en el caso de los hombres. Análogamente, se estima que en Argentina el 17% de las empresas lideradas por hombres están restringidas financieramente, frente al 60% en el caso de las lideradas por mujeres.
Durante el cierre de la jornada, José Ignacio De Mendiguren, presidente del BICE, expresó: “Los bancos públicos van a tener un lugar clave en la economía que viene. Tenemos la obligación de no atender solo la coyuntura sino, la tendencia y el futuro. Necesitamos crecer en el camino correcto, con financiamiento estratégico, productivo y de largo plazo pero con más inclusión y diversidad”.