La región de Andalucía, al sur de España, ordenó el uso de tapabocas para evitar la propagación del coronavirus y se sumó de esta forma a Cataluña, Extremadura y las Islas Baleares.
Cada una de esas comunidades tomó la decisión debido a los rebrotes que se extienden a distintas partes del país. La nueva reglamentación vuelve obligatorio el uso de mascarillas en transportes, lugares cerrados y espacios públicos, incluyendo playas y piletas, e impone multas que pueden alcanzar los 100 euros (114 dólares) en caso de incumplimiento.
La primera comunidad autónoma en adoptar esta medida fue Cataluña, escenario de uno de los mayores rebrotes de coronavirus en el país, donde desde el jueves pasado todos los mayores de seis años que no tienen contraindicación deben llevar puesto el tapabocas fuera de sus domicilios.
Con 256.619 casos confirmados y 28.409 muertes por covid-19, España continúa siendo uno de los países más golpeados por la pandemia en el continente europeo. Aunque ya había superado su pico de contagios en invierno y primavera, en las últimas dos semanas registró decenas de rebrotes en pleno verano que ponen en alerta a las autoridades nacionales.
El más fuerte corresponde a la ciudad catalana de Lérida, donde 200 mil personas debieron ser puestas bajo confinamiento. Una semana atrás, Galicia puso en cuarentena a unos 70 mil vecinos de A Mariña, comarca de Lugo, aunque sólo de lunes a viernes.