La brecha actual entre la nafta y el metro cúbico de gas permite recuperar la inversión inicial más rápido. Para 2021 estiman las mismas transformaciones que en 2001. El fenómeno abarca a a autos modernos y hasta de alta gama.
Argentina heredó de Italia las pastas, la pizzas, el buen helado, las multitudinarias reuniones familiares y la utilización del gas natural comprimido como combustible vehicular.
Te puede interesar
Es que hace exactamente 36 años se comenzó a usar el GNC en unos 400 autos en la ciudad de Buenos Aires, cuando en el país europeo ya había más de 250 mil vehículos convertidos.
Y de allí provenían la mayoría de los equipos de conversión cuando el uso del gas como combustible vehicular comenzó a expandirse por gran parte del país.
Hoy la Argentina ostenta uno de los parques automotores a gas más grande del planeta, con poco más de 1,8 millones de vehículos que funcionan con gas y todo indica que ese número se va a ir incrementando.
La situación económica actual, agravada por la pandemia, sumada a la brecha actual que hay entre el valor del litro de nafta súper respecto del precio del metro cúbico de gas, conforman un cóctel ideal para que las conversiones de autos nafteros se multipliquen en los próximos meses.
A esta altura del año se viene promediando poco más de 480 conversiones por día, en una época en donde generalmente las transformaciones se reducen. Pero desde distintos sectores relacionados con el mundo del gas esperan que ese número diario llegue a 750, para poder proyectar 15.000 conversiones mensuales.
Los sistemas de GNC utilizan la información de la computadora del motor del auto para hacerse más eficientes. Foto: Guillermo Rodríguez Adami
Ese valor significaría que 180 mil vehículos se pasen a GNC en el próximo año, un número idéntico a lo registrado en 2001, que con la devaluación y la crisis económica, marcó el inicio de la mayor transformación de vehículos a gas de la historia, con años posteriores que registraron más de 300 mil conversiones anuales.
Y con el avance que han tenido los equipos de GNC, con los actuales sistemas de 5ª generación, prácticamente cualquier modelo naftero está apto para ser transformado. Eso explica que cada vez sea más común ver un Audi, un SUV grande o una camioneta RAM en una estación de carga de gas.
Números para arriba
El aumento de conversiones se manifestó tibiamente en 2017 y 2018, cuando se pasaron a gas poco más de 300 mil vehículos. Y si bien los casi 80 mil que se convirtieron hasta octubre de este año parecen no demostrar la misma velocidad de crecimiento, los meses de talleres cerrados y la incertidumbre general por la pandemia fueron determinantes.
Otra manera de entender el crecimiento es la relación que tienen las conversiones a gas respecto de los patentamientos de 0km. En octubre, por ejemplo, el patentamiento diario de automóviles 0 km (sin contar pickups, utilitarios ni pesados) fue de 1.189 unidades, mientras que las conversiones a GNC por día hábil fueron de 482 vehículos.
Eso no quiere decir que parte de esos modelos que se patentaron haya sido transformada para funcionar con gas, pero la relación que muestran ambos indicadores reflejan el momento de necesidad de ahorro en combustible que buscan los usuarios.
Para que el uso de GNC sea viable económicamente, la brecha entre el precio del metro cúbico de gas respecto del litro de nafta súper debe rondar el 50%. Esa diferencia hoy se encuentra por encima del 68%. De esa manera, el propietario que transforme su auto tardará menos en recuperar la inversión inicial que significa la compra e instalación del equipo.