Increíble historia de solidaridad entre Diego Maradona y la familia de Juan Gilberto “el Búfalo” Funes.
Diego Armando Maradona falleció este 25 de noviembre. Pero además de toda su magia como jugador de fútbol, el Diez nos dejará su costado más solidario, el ayudar al prógimo sin espersar nada a cambio.
Justamente una de las personas a quien ayudó fue a Juan Gilbero “el Búfalo” Funes, aquel potente delantero que puntano que supo brillar en Gimnasia y Esgrima de Mendoza, con quien se conoció en la Selección Argentina.
El “Búfalo” murió el 11 de enero de 1992 por una endocarditis protésica. Sin embargo lo que muy pocas personas saben es que Diego, junto a Oscar Ruggeri, ayudaron a la familia de Funes.
Así lo explicó su hijo Juan Pablo Funes, quien actualmente es diputado provincial en San Luis. Este recordó que, previo a la muerte de su padre, la familia debía afrontar muchos gastos de internación y remedios en el Hospital Favaloro, por lo que acumularon una importante deuda.
Cuando el Búfalo murió debian saldar esa deuda para retirar el cuerpo y poder trasladarlo a San Luis. Allí fue donde Diego y Ruggeri aparecieron: “Diego Maradona y Oscar Ruggeri fueron hasta un banco o no sé a buscar los cheques para abonar lo adeudado. Cuenta la anécdota que Diego entró a las patadas porque no podía creer que no le entregaran el cuerpo; les tiró un cheque en blanco y gracias a eso pudimos destrabar el primer problema que teníamos”.
Pero esa no sólo fue la única ayuda: para que puedieran venir al velatorio “Maradona puso todos los colectivos que fueran necesarios; más de 60 mil personas despidieron a mi papá”, agregó el legislador.
“En los últimos días de vida de mi papá, en un momento estaba en coma y se despertó. En ese momento, estaba Diego. Juan Gilberto Funes había estado soñando con una Ferrari roja, Diego le prometió que cuando saliera de ese estado en el que estaba, la iban a buscar juntos. Diego vino a San Luis, su amigo se había ido, pero quedaba su hijo. Abrió una juguetería en la madrugada y cumplió con lo que le había dicho a su amigo: compró una Ferrari de juguete y me la regaló, cuando me acababan de decir que no iba a ver nunca más a mi papá”, rememoró Juan Pablo.
Además, en abril 1992, Maradona organizó un partido para recaudar fondos que enviaría a la viuda de su amigo. Pese a que la FIFA intentó suspender el juego, y amenazó a los futbolistas que participaran que iban a recibir sanciones, Maradona y los organizadores modificaron el reglamento del partido y lo hicieron igual, en la cancha de Vélez.
Cabe destacar que el Diez, en su libro “Yo soy el Diego”, le dedicó un párrafo especial a su amigo el Búfalo: “Hoy podría agregar al Búfalo en la lista de mis grandes amigos, de los más íntimos, aunque recién hablamos y nos sentimos juntos en serio, con profundidad, en los últimos quince minutos de su vida, él estaba internado, con el corazón roto, pobre, con el corazón partido. Ver a ese oso bueno, a ese hombre enorme postrado en la cama, era una imagen tremenda, muy dolorosa. Con Claudia seguíamos la cosa bien de cerca. Y el último día, por esas cosas del destino, por esas cosas que el Barba tiene reservadas para mí, yo estaba ahí, justo ahí, al lado de la cama. Y se murió, ahí, nomás. Casi en mis brazos”.