El Gobierno de Mendoza dio detalles sobre la evolución de la pandemia en la última semana. En este sentido, se registró un leve descenso en la ocupación de camas de terapia intensiva.
El Gobierno de Mendoza informó la situación sanitaria de la provincia en la última semana ante la pandemia de la COVID-19.
Este nuevo reporte fue elaborado teniendo en cuenta distintas variables que se evalúan a la hora de tomar medidas en función del avance de la enfermedad.
Esta entrega comprende datos recopilados de la semana del 24 de septiembre al 1 de octubre de 2020.
Los primeros datos que se desprenden desde que comenzó la pandemia en Mendoza son hasta anoche a las 21.45: 25.121 confirmados, 13.568 recuperados y 303 fallecidos.
En cuanto a la cantidad de casos de COVID-19 en la semana del 24 de septiembre al 1 de octubre de 2020, a las 21.45, es de 4.143 confirmados, 2.887 recuperados y 55 fallecidos.
Contagios según grupo etario
De los datos oficiales también surge que en la franja etaria de los 15 a los 59 años, es donde más contagios se producen y también donde se da el mayor porcentaje de recuperación. Esta franja etaria representa el 81,8% de los infectados.
Los más jóvenes continúan siendo el grupo etario que más contagios registra. Por lo general, este sector transita la enfermedad con síntomas leves. El promedio de edad de recuperados es de 40 años, de fallecidos 72 años y de confirmados 41 años.
Letalidad / Mortalidad
Al observar el porcentaje de fallecidos según el grupo etario, Mendoza cuenta con una Mortalidad de 159,94 por millón de habitantes y de Letalidad 1,21% por total de confirmados de COVID-19.
Fallecidos según grupo etario
Asimismo, el grupo etario más vulnerable frente a la enfermedad sigue siendo el de los adultos mayores. El 74,8% de los fallecidos tiene entre 60 y 89 años, y las personas de más de 90 años representan el 8,6%.
Camas
En cuanto al factor ocupacional, en el Gran Mendoza es del 87,74% y 79,50% en todo el territorio mendocino. Esto significa un leve descenso a los datos de la semana pasada, cuando la ocupación de camas de terapia intensiva había alcanzado el 90,87%.