“Vaca Muerta es una gran oportunidad, que arrancó hace ocho años y hoy es una gran realidad. Actualmente se creció en producción de gas y petróleo, pero los desafíos que tenemos por delante son tan importantes como los que nos llevaron a esta situación. Vaca Muerta es una oportunidad donde se tiene que subir toda la industria, no lo podemos dejar pasar”, afirmó en diálogo con Ámbito desde Neuquén.
En ese marco, Ardito ratificó la vigencia los planes de YPF para cumplir con el plan GasAr, con una flota de equipos especiales, y de producción petróleo con bloques en desarrollo y los que están en declinación. “Las medidas (por los piquetes que duraron 21 días) hicieron que toda la actividad se viera afectada, la perforación y terminación se tuvo que parar, aunque pudimos seguir la operación sin problemas en los campos. Todo lo que fue puesta en marcha de un pozo nuevo se detuvo”, lamentó.
“Cuando se largó el plan GasAr YPF arrancó con mucha actividad para llegar al invierno, y ahora estamos viendo cómo ganar tiempo perdido. Pero somos optimistas que finalmente vamos a poner lo mejor para llegar a los volúmenes de producción”, remarcó el directivo, uno de los ingenieros que más conoce de Vaca Muerta.
Según comentó Ardito, ya se empezaron a reconectar pozos operados y la curva de crecimiento comenzó a despegar. “Estamos previendo un incremento de producción, un poco diferido por el deley en la puesta en marcha de pozos, pero ya estamos transitando rumbo a la curva de compromiso que habíamos asumido”, sostuvo.
Antes del conflicto en Neuquén, YPF había logrado 140 etapas de fractura por set en un mes y 14 etapas en día en los bloques de gas más alejados del agua y arena. “Estamos viendo muy buenos indicios de eficiencia respecto al 2020 y al 2019”, expresó Ardito, y completó: “Ya hay evidencia de que se está mejorando muchísimo, hablar de 14 etapas por día era impensado. Este año el crecimiento va de la mano de la mejora de tiempos de perforación y terminación. La palabra eficiencia en el plan de YPF es fundamental”.
Ardito dijo que si se mira para atrás, la curva de eficiencia ya se produjo. En la petrolera de mayoría estatal celebran que en el primer trimestre del año el costo del shale bajó a $10,2 por barril de petróleo, un 14% menos. “Se bajó el costo de desarrollo, el OPEX (gastos en operación) en los campos, aumentaron las etapas de fractura, mejoramos la velocidad de perforación. Estamos muy ambiciosos para el 2021 y para mejorar todos esos índices. Vaca Muerta es una vidriera mundial, y esto es clave para nuestros socios internacionales a la hora de decidir dónde poner los dólares acá o en otro lugar. Debemos seguir siendo competitivos y demostrar que podemos hacer realidad Vaca Muerta, mejorando lo que hemos conseguido”, completó.