Una nueva tragedia natural golpea al país más pobre del continente.
Al menos 304 personas murieron y cientos resultaron heridas y desaparecidas a raíz de un sismo de 7,2 grados que sacudió en la mañana de hoy a Haití, con epicentro situado a 160 kilómetros de la capital Puerto Príncipe, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y el servicio de protección civil de Haití.
El Gobierno argentino expresó su “profundo pesar” por las importantes pérdidas humanas y materiales que sufrió el “pueblo de Haití como consecuencia de un devastador terremoto”. Además, se puso a “disposición para colaborar en este difícil momento”.
El servicio de protección civil actualizó la cantidad de personas fallecidas a 304 después de un primer balance de 227 decesos.
“Registramos 160 muertos en el sur, 42 en Nippes, 100 en Grand’Anse y dos en el noroeste”, dijo Kerry Chandler, director de protección civil en una rueda de prensa.
El sismo, que hizo temblar las casas y obligó a la población a buscar protección, se produjo hacia las 8:30 horas de Haití (9:30 de Argentina) y dejó al menos 227 muertos, “de los cuales 158 fueron registrados en el sur”, informó esta tarde la agencia de Protección Civil del país caribeño.
Las autoridades informaron además que había “cientos de heridos y desaparecidos”, mientras los hospitales de las regiones más afectadas tenían dificultades para proveer atención de emergencia.
Haití declaró el estado de emergencia en respuesta a la catástrofe y el presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó ayuda “inmediata” para el país caribeño.
“Estoy entristecido por el sismo devastador” en Haití, afirmó Biden en un comunicado, subrayando la implementación de “una respuesta inmediata de Estados Unidos” para evaluar los daños y asistir a los heridos.
El último terremoto de gran magnitud que sacudió a Haití fue en 2010 y dejó gran parte de Puerto Príncipe y las ciudades cercanas en ruinas con más de 200.000 muertos y otros 300.000 heridos.
Más de un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar, dejando a las autoridades de la isla y a la comunidad humanitaria internacional ante un reto colosal en un país que carece de un registro de tierras y de códigos de construcción.
El sismo de hoy se produjo poco más de un mes después de que el presidente Jovenel Moise fuera asesinado en su casa por un comando armado, lo que conmocionó a un país que ya lucha contra la pobreza, una creciente violencia de las bandas criminales y la pandemia de Covid-19.