Tras sucesivas semanas de negociaciones con el gremio que agrupa a buena parte del personal de Norwegian, la “low cost” JetSmart finalmente llegó a un acuerdo y se disipa el conflicto en torno a una de las empresas que sobrevivió a la fallida “revolución de los aviones” promovida por el macrismo.
“Acercamos posiciones y alcanzamos un acuerdo que comprende a todos los pilotos y gran parte de los tripulantes. A partir de la semana que viene se abre una instancia de diálogo para que los trabajadores erradiquen todas las dudas en cuanto a condiciones y categorías”, señalaron las voces consultadas.
En simultáneo, JetSmart ultima detalles para comenzar a operar rutas desde el Aeroparque porteño. La firma se encuentra a la espera del aval oficial para activar un servicio a Mendoza el próximo 4 de marzo.
“La idea es prestar servicio tanto desde El Palomar como así también desde Aeroparque. Esta última opción nos permite llegar a un tipo de pasajero distinto, más relacionado con el turismo, mientras que El Palomar permite una cobertura más bien federal”, se indicó.
Mientras define sus operaciones en la terminal porteña, la compañía ya inició la devolución de los aviones Boeing 737-800 de Norwegian, aspecto establecido por JetSmart al momento de cerrar la compra de su ex competidora en el cabotaje local.
En paralelo, la firma matriculó un nuevo Airbus A320 para su flota doméstica. “Establecimos un compromiso de devolución por el cual Norwegian debe llevarse sus 3 aeronaves 737-800 en el transcurso del primer semestre de 2020”, expresaron las fuentes.
“Con el nuevo A320, la compañía llegará a contar con 5 aviones operativos en la Argentina. La idea es que el personal de Norwegian que pase a la órbita de JetSmart se capacite para volar los A320”, concluyeron ante iProfesional.
La “low cost” en cuestión es propiedad del grupo estadounidense Indigo Partners y tiene su cabecera regional en Santiago de Chile. Su controlante también es dueño de Volaris en México, Frontier en los Estados Unidos, y la aerolínea Wizz Air en Europa.