De ser totalmente ignorado y ocupar un lugar eterno en las estanterías de las farmacias y góndolas de los supermercados, el alcohol en gel pasó a ser el producto más demandado y, a la vez, menos encontrado de la Argentina. Se trataba de un producto de nicho de higiene diaria pero que se encontraba muy olvidado por los consumidores locales. Y su popularidad se dio de manera sorpresiva y debido a la lamentable pandemia del coronavirus.
La demanda fue tanta que los frascos que todavía se consiguen cuestan casi como un producto suntuario o de lujo. A tal punto que el Gobierno debió salir a obligar a fabricantes y comercios a retrotraer sus precios a lo que costaban el 6 de marzo pasado. Sin embargo, el desabastecimiento es casi total y sus tradicionales fabricantes no dan abasto porque no cuentan con capacidad suficiente para sostener la demanda, que es incesante y cada vez más alta en simultáneo con el crecimiento del virus en el país.
Otro ejemplo es el de la bodega Chandon, propiedad del grupo francés LVMH, que le ofreció al gobierno de Mendoza destinar parte de sus viñedos de la localidad de Luján de Cuyo producir 1.000 semanales de alcohol en gel. La compañía busca hacer uso de una resolución del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) que permite utilizar vinos intervenidos, que por deficiencias técnicas no son aptos para el consumo pero que por su alto contenido etílico los vuelve ideales para la producción del tan necesitado alcohol en gel.
En el sector se asegura que existe la posibilidad de realizar una distribución gratuita y benéfica de casi cuatro millones de frascos de alcohol en gel a partir de vinos que surgieron por acidez volátil superior al límite establecido o características muy exageradas de aromas y sabores extraños y desagradables. De hecho, la empresa ya inició los trámites con el Ministerio de Salud de la provincia para comenzar la producción de este insumo en la bodega con el objetivo de realizar donaciones a los principales centros de salud de la provincia. En principio, serán 1.000 frascos de 300ml de alcohol en gel además de otros 1.000 litros a granel para que sea fraccionado y para comenzar la producción en bodega con una primer entrega de 1.000 litros semanales.
De hecho, solamente en marzo la demanda se multiplicó por 10 al ser uno de los “remedios” más eficaces para matar bacterias y hongos. El principal fabricante de alcohol en gel local tiene el 60% del market share. Se trata de la empresa cordobesa Porta Hnos, que se encuentra en proceso de concurso preventivo y que es famosa por ser la dueña de la marca de fernet 1882. Pero, con un pasivo cercano a los $3.000 millones, la empresa no logra conservar sus niveles de abastecimiento de su producto Bialcohol, lo mismo que ocurre con el laboratorio Elea Phoenix, del grupo Insud de Hugo Sigman, otro de los grandes fabricantes de alcohol en gel del país.
Ante esta preocupante situación y a la espera de que el coronavirus siga su curso ascendente en el país, desde el Gobierno comenzaron a delinear una estrategia de “guerra” para que empresas de otros sectores puedan convertirse no sólo en proveedores momentáneos de alcohol en gel sino también de otros insumos médicos necesarios para evitar el contagio.
Hasta el momento, la administración de Alberto Fernández logró que compañías importantes de sectores tan diferentes como el automotriz, el bodeguero y el de los biocombustibles acerquen propuestas para ayudar en este momento crítico de la pandemia. El primer sector que tomó la posta fue el de los productores de bioetanol y los principales ingenios del país que se ofrecieron a destinar parte de sus operaciones para incrementar la partida de alcohol que permita, en parte, resolver ese faltante.
Esto se debe a que el alcohol en gel está compuesto por alcohol etílico medicinal y glicerina que a su vez provienen de la soja y el maíz desde donde surgen precisamente los biocombustibles. En ese marco, representantes del Centro Azucarero Argentino (CAA), se reunieron la semana pasada con funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo para analizar variantes que les permitan ayudar en esa crisis.
Los empresarios ofrecieron redireccionar parte de su producción habitual de bioetanol para elaborar alcohol con especificación farmacéutica, insumo base del alcohol en gel. El objetivo es ayudar a normalizar el abastecimiento del producto para lo cual habría que reducir el corte de bioetanol obligatorio en los combustibles que en la actualidad se encuentra establecido en un 10% para el biodiesel y 12% para el bioetanol.
Por lo pronto, varias empresas de este sector hicieron aportes unilaterales al Gobierno para tratar de paliar la situación como el caso del grupo Ledesma, que donó 2.500 litros de alcohol al Ministerio de Salud de Jujuy, a los fines de producir alcohol en gel ante la emergencia sanitaria y epidemiológica decretada por la gobernación. También productores de Córdoba, San Luis y Santa Fe donaron 150.000 litros del producto a los respectivos gobiernos provinciales para la fabricación de alcohol en gel.
Otro ejemplo de empresas que van a derivar parte de sus capacidades productivas a la fabricación de instrumental que ayude a combatir el coronavirus son los de la automotriz Toyota y la autopartista Mirgor. Por estas horas, ambas empresas ofrecieron al ministerio que dirige Matías Kulfas ayuda para combatir el virus. En el caso de la terminal de origen japonés usa partes de su planta ubicada en la localidad bonaerense de Zárate para la elaboración de respiradores que permitan asistir a pacientes enfermos de coronavirus.
La idea es minimizar lo más posible la dependencia de las importaciones para poder obtener estos equipos médicos mediante el ensamblado de un soporte respiratorio metálico de suma utilidad para detectar el virus. Pero también se evalúa la posibilidad de producir respiradores mecánicos para personas que contrajeron la enfermedad. En este caso, Toyota montará una línea de ensamblaje con partes que le proveerá la autopartista Mirgor, cuyo core business habitual es el de ensamblar computadoras de a bordo y sistemas de aire acondicionado para autos.
En el rubro de la belleza, en punta picó el grupo brasileño de cosméticos Natura que modificará temporalmente todas sus líneas de producción de maquillaje y fragancias en América Latina para fabricar desinfectante de manos. La empresa, que hace pocos meses cerró la compra de Avon y se convirtió en la cuarta compañía de productos de belleza más grande del mundo, se suma así a una tendencia global de los privados para ayudar en la batalla contra COVID-19.
Pero no solamente los grandes grupos se están sumando a esta iniciativa, sino que desde el sector de las empresas recuperadas y cooperativas comienzan a acercar también propuestas para luchar contra el virus. Un ejemplo es el de Plásticos Salvadores, exOropel, cuyos operarios decidieron mantener abierta la fábrica para producir envases de alcohol en gel, más que nada para abastecer la demanda de laboratorios y empresas privadas.
Con ese objetivo, transformaron su producción ya que suele fabricar envases para agua, para aceite y para farmacias, en distintos volúmenes de entre 10 y 500 mililitros. Del mismo modo, una destilería de gin ubicada en Coronel Vidal empezó a fabricar alcohol en gel y ya alcanzó los 800 litros fermentados que fueron donados a las localidades de Mar Chiquita, Vivoratá y Coronel Vidal.
Un ejemplo que es seguido por otra destilería, en este caso ubicada en Neuquén y que opera bajo la razón social de Patagonian Distillery, que hasta hace unos días elaboraba gin y vodka. Sus dueños acordaron con el gobierno provincial la donación de varios miles de litros de alcohol, producto de su cadena de destilación, además de poner la destilería al servicio de generar este producto.
A nivel internacional Bacardi elaborará desinfectantes de mano en su la destilería de ron premium más grande del mundo ubicada en Puerto Rico. Usará las instalaciones de la planta ubicada en la localidad de Cataño, donde produce más del 80% de sus marcas de ron para proporcionar materias primas que permitirán la producción de más de 1.7 millones de unidades de alcohol en gel.
Otros casos similares se dan en Brasil, donde AmBev, la cervecera más grande de América Latina y dueña en la Argentina de Quilmes, que modificaría una de sus plantas en el estado de Río de Janeiro para producir desinfectante para manos. Es más su controlante AB InBev comenzó a distribuir 50.000 litros de desinfectante hecho con el alcohol que retira de sus cervezas sin graduación a varios hospitales europeos.
Mientras, la mayor fabricante mundial de bebidas destiladas, Diageo, dueña de Johnny Walker o Baileys, donará dos millones de litros de alcohol neutro para elaborar bebidas espirituosas a empresas que fabrican geles desinfectantes. En Alemania, la fabricante de licores Jägermeister ha prometido entregar 50.000 litros de alcohol a la farmacia del hospital de Braunschweig para que fabrique estos geles.
Hasta la popular cantante colombiana Shakira ordenó que su empresa deje de producir perfumes para hacer alcohol en gel.
La cantante reside junto a su marido Gerard Piqué y sus hijos en España, uno de los países más afectados por el coronavirus y que en la actualidad se ubica segundo a nivel mundial en cantidad de muertos solamente detrás de Italia.
De hecho, en Europa son muchos los grandes grupos que están siguiendo el mismo camino, en especial en la industria del lujo, donde empresas como Givenchy o Dior sumarán a sus exclusivos perfumes la producción de alcohol en gel.
Ambas marcas son, como Chandon, propiedad del holding LVMH, y también le suman la fabricación de mascarillas para distribuir de forma gratuita en los hospitales franceses, aunque extenderán la iniciativa también a otros países, incluida España.
También el grupo galo Pernod-Ricard, considerado el segundo consorcio mundial de bebidas espirituosas, donó 70.000 litros de alcohol puro al laboratorio francés Cooper, el principal distribuidor en farmacias nacionales de alcohol en gel que se ha agotado en prácticamente en todos los establecimientos franceses y también españoles, donde posee una planta en la zona de Manzanares.
En un documento distribuido hace unos días, el holding aseguró que “pone sus recursos técnicos, humanos y de producción al servicio de las autoridades para producir gel de manos”.
Y que producirá alcohol en gel en todos los países donde posee destilerías, como la planta de Absolut Vodka en Suecia o de las estadounidenses Rabbit Hole (Kentucky), Smooth Ambler (West Virginia) y TX Whiskey (Texas).
También L’Oréal quiere hacer su parte. El gigante francés de la cosmética lanzó esta semana un “plan europeo de solidaridad coronavirus” y además de aumentar su producción de alcohol en gel, priorizará su distribución en hospitales y residencias de ancianos.
Fuente: Economía sustentable