La Cámara de Diputados dio media sanción para la transferencia del 21,5% de las acciones que tiene la Provincia de Impsa al sector privado. El próximo paso será el debate en el Senado para su aprobación final. La diputada del Frente Renovador de Mendoza, Gabriela Lizana dio un discurso durante la sesión y explicó sus argumentos para la negativa a esta propuesta del Ejecutivo Provincial.
“La empresa IMPSA, con su vasta experiencia y capacidad en el sector energético, es un pilar fundamental para el desarrollo sostenible de Argentina. El concepto de desarrollo sostenible, tal como lo proponen las Naciones Unidas y la Agenda 2030, busca satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas”, detalló.
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Para la diputada se basa en tres pilares fundamentales: el crecimiento económico inclusivo, la protección del medio ambiente y el progreso social. “En este contexto, la empresa IMPSA, con su experiencia en energías renovables, encarna el compromiso con este tipo de desarrollo al impulsar tecnologías limpias y contribuir a la transición energética de Argentina. Esto es clave para mitigar el cambio climático y reducir la dependencia de los combustibles fósiles, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, indicó.
De acuerdo a la opinión de Lizana la privatización de IMPSA podría no solo debilitar su papel como líder en el desarrollo de energías renovables, sino también exponer a la empresa a actores que priorizan el extractivismo sobre el bienestar y la soberanía de nuestro país y el beneficio económico a corto plazo sobre los valores del desarrollo sostenible. La Agenda 2030 insta a los países a preservar sus recursos naturales y a garantizar que los proyectos energéticos respeten tanto la soberanía nacional como los derechos de las comunidades locales. “Al mantener a IMPSA bajo control nacional, Argentina puede asegurar que la empresa siga contribuyendo al ODS 7 (Energía asequible y no contaminante) y al ODS 13 (Acción por el clima), alineando sus esfuerzos con una visión de sostenibilidad y bienestar social a largo plazo”, dijo.
En un contexto geopolítico donde las grandes potencias compiten por el control de recursos estratégicos, mantener a IMPSA bajo control estatal es una medida de defensa de nuestra soberanía. “La historia nos ha enseñado que la dependencia de actores externos en sectores clave puede llevar a la pérdida de autonomía y a la explotación de nuestros recursos sin considerar el impacto a largo plazo en nuestras comunidades y medio ambiente”, remarcó.
Lizana enfatizó que Sergio Massa ha insistido en que estos proyectos representan políticas de Estado y son un ejemplo de cómo empresarios, trabajadores y el Estado pueden colaborar para resolver problemas estructurales de la Argentina. “Con estas obras, se busca no solo lograr el autoabastecimiento energético, sino también crear puestos de trabajo y promover una Argentina más federal, con una mayor distribución de la riqueza y el crecimiento a nivel regional”, reclamó.