Es un gran corredor, pero no tiene ese carisma que cautiva a la gente. Siempre tiene malos gestos para con los hombres de prensa y no le gusta tener contacto con el público.
Eso lo convierte en un hombre parco, pero es su personalidad y es totalmente respetable. Tras ganar la vuelta demoró varios minutos para salir de su bunker montado en el Corredor del Oeste.
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“Estoy muy contento tras ganar esta prestigiosa carrera. Costó más de la cuenta. No ha sido sencillo, para nada. Tuvimos que soportar varios ataques, pero el equipo respondió. Pudimos defender lo que tanto costó alcanzar. Ahora deberemos festejar porque no siempre se festeja en una competencia de tanto prestigio como lo es la Vuelta de Mendoza” dijo El Mono.