Un buen tipo falta desde ayer en la faz de la tierra. Ya se lo echa de menos. Dejó su impronta en su sentimiento Azul, Independiente Rivadavia, entidad que llegó a presidir entre los años 2013 y 2015.
Honesto, transparente, un hombre de bien fue Domingo Jorge Marzari (62), el Mingo, el Arquitecto, el Presi de La Lepra.
No podía haber sido de otra manera. Mingo se fue después de haber disputado un partido de fútbol junto a sus amigos en el Dalvian. Luchó cada pelota como la última, de verdad, como la última y un dolor en el pecho hizo que lo derivaran de urgencia al Hospital Lagomaggiore.
No soportó. Se fue. Un tipo bueno, bueno de verdad, querible, bondadoso, honesto, transparente, algo, que lamentablemente, ya no es frecuente por estos días.
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