Boca Juniors, campeón vigente, se clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina, al vencer esta tarde en La Rioja a Ferro Carril Oeste, de la Primera Nacional, por 1 a 0.
El único gol lo marcó Sebastián Villa en el segundo tiempo-
Ahora, el xeneize espera por el vencedor de Racing y Agropecuario Argentino.
Sin Eduardo Salvio (se lesionó en el calentamiento e ingresó el Changuito Zeballos), Boca intentó hacer pesar sus individualidades, con Ramírez como eje y el tándem Fabra-Villa.
Pero se encontró con un Verde que diseó un plan como, como mínimo, incomodarlo. Presionó a partir de la segunda pelota, redobló las marcas por el lado de Villa para evitar el mano a mano de villa con Grana, y recargó el juego por las bandas, en las que se situaron Ruiz Gómez y Giaccone, con el pibe Núñez (categoría 2003, tres partidos en la élite) suelto.
El Xeneize, dicho quedó, lastimó cuando profundizó por su carril predilecto. A los 16 minutos, en la mejor jugada elaborada, Pol Fernández encontró tiro desde la puerta del área y salió desviado. Y a los 40 un centro de Fabra se cerró y obligó a la atajada de Miño. El último campeón de la Copa de la Liga recién empezó a acentuar el dominio a partir de los 30′, pero con poco cambio de ritmo. En conclusión, el resultado en la primera parte fue justo.
Boca salió con mayor agresividad al complemento y eso se tradujo en llegadas. Decidido a hacerse patrón del partido, amagó con tres centros casi consecutivos desde la izquierda, un intento tras bicicleta de Zeballos que tapó Miño y varias pelotas paradas. Lo favoreció la salida de Ruiz Gómez (Elacopulos ingresó para darle más pausa a Ferro, pero su entrada liberó más a Fabra).
El Tren pudo golpear con el robo de Lautaro Gordillo en fase ofensiva, pero cuando se fue mano a mano lo cerraron Izquierdoz (¿con falta?) y Pol Fernández. Los cambios y el correr de los minutos incrementaron el dominio territorial de La Ribera, pero se le hizo más fácil lastimar cuando pudo correr, ante fallas de su rival, en general por el cansancio que implicó el desgaste. A los 21 minutos, A Villa le quedó un rebote de frente, pateó a colocar y casi convierte. A los 26, Pol probó de larga distancia y otra vez respondió el arquero.
Hasta que a los 32 minutos Boca quebró la resistencia adversaria. Pol Fernández encontró a Villa de frente, quien hizo la pausa y perforó el ángulo de un derechazo: 1-0. Pero ni así tuvo paz el Xeneize. Porque a los 35 necesitó que Rossi se vistiera de héroe: tras un centro de mosca, arremetió Arena y encontró bien parado al guardameta, que ahuyentó el peligro.