El nuevo reglamento, incluido en el Anexo L del artículo 22, establece que las señales viales deberán actualizarse de manera gradual cuando lleguen al final de su vida útil o presenten deterioro. Con esta medida, el gobierno busca alinear la normativa argentina con los estándares internacionales de seguridad vial, como los que rigen en otros países de la región.
Las nuevas señales se agruparán en cuatro categorías principales:
- Reglamentarias: establecen prohibiciones y obligaciones para conductores y peatones. Su diseño se modificará para mejorar la visibilidad, con nuevos formatos en carteles como "Prohibido girar en U" y "Velocidad Máxima Permitida".
- Preventivas: advierten sobre posibles peligros en la vía. Se actualizarán símbolos y colores en señales como "Curva peligrosa" o "Cruce de peatones" para mejorar su identificación a distancia.
- Informativas: brindan datos sobre direcciones, distancias y servicios. Se optimizará la tipografía y se mejorará el contraste de color para facilitar su lectura en movimiento.
- Transitorias: utilizadas en obras viales y desvíos temporales. Se establecerán protocolos más estrictos para su ubicación y mantenimiento, evitando confusiones y riesgos para los conductores.
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Implementación obligatoria y fiscalización
La normativa establece que todas las provincias y municipios deberán adoptar las nuevas señales, lo que implicará una adecuación progresiva de la infraestructura vial. La Ley Nacional de Tránsito estipula sanciones para aquellas jurisdicciones que no cumplan con la actualización dentro de los plazos establecidos.
Los organismos encargados de la señalización tendrán la responsabilidad de garantizar el mantenimiento y la correcta ubicación de los nuevos carteles. Según explicaron desde el Ministerio de Infraestructura, la medida tiene como objetivo reducir la siniestralidad vial y mejorar la experiencia de conducción en rutas y calles del país.
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Costos y tiempos de la transición
Desde el gobierno aseguraron que la transición al nuevo sistema no implicará un gasto inmediato significativo, ya que las señales se reemplazarán progresivamente a medida que se deterioren o lleguen al final de su vida útil. No obstante, se destinarán partidas presupuestarias específicas para que las jurisdicciones puedan actualizar la cartelería en zonas de alta circulación y en puntos críticos con mayor índice de accidentes.
El sector del transporte y asociaciones de seguridad vial han manifestado su apoyo a la medida, aunque advierten que su éxito dependerá del cumplimiento efectivo por parte de las provincias y municipios. Además, destacan la importancia de una correcta difusión entre conductores y peatones para evitar confusiones durante el período de transición.
Impacto y próximas medidas
Las modificaciones en el Sistema de Señalización Vial Uniforme forman parte de un conjunto de medidas que el gobierno de Javier Milei busca implementar en materia de infraestructura y transporte. Este rediseño de las señales viales es el primer paso de un plan más amplio que incluiría la modernización de rutas nacionales y el impulso de tecnología en los sistemas de control de tránsito.
En las próximas semanas, se espera que la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) realice campañas de concientización para informar a los ciudadanos sobre los cambios en la señalización y su impacto en la circulación diaria. Se prevé la difusión de materiales informativos y la implementación de capacitaciones para conductores, con el fin de garantizar una adaptación efectiva al nuevo esquema vial.