Lo que parecía una simple pelea de dos periodistas que se amenazaban a pelear se transformó con el correr de los días en una denuncia grave que puede tener consecuencias insospechadas.
Todo comenzó con las acusaciones de periodista Santiago Cúneo, quien acusó a Christian Martin, que se ganó el cariño de los argentinos como corresponsal, de “traidor a la patria” (por vivir en Inglaterra), como así también de “inglés de mierda”.
Hasta el momento todo había quedado en eso: acusaciones cruzadas y amenazas. Sin embargo en las últimas horas Cúneo develó que Lucila Martin Bula, hermana de Christian, lo había denunciado por violencia de género.
La mujer contó que trabajó con Christian en una suerte de sociedad periodística, haciendo la cobertura de eventos deportivos en Europa para diferentes medios, y que fue ahí que sufrió las agresiones.
En otro pasaje de la charla, Lucila -quien no quiso entrar en detalles- se abrió y dijo que cuando ambos eran chicos debieron separarlos de cuartos porque -según sus dichos- Christian Martin hacía cosas indebidas de índole sexual; aclaró que "no llegó a lo peor pero sí a que yo tenga que tocar ciertas partes".
Sobre el cierre de la nota, Lucila miró a la cámara y dijo: "Le voy a hablar a él, de hermano a hermano: Por una vez en tu vida, hacete cargo de lo que hacés, es mucho peso el que llevás encima, sacá de la mochila, empezá a soltar y sé vos. Y andá a un psicólogo que te saque toda esa maldad y esa rabia que llevás encima, como estoy haciendo yo que voy a terapia para poder sacarme todo lo que vos me hiciste".
Conocido esto, Christian Martin hizo su descargo de manera pública. Lo hizo a través de un escueto video en el que se limitó a decir: “No tengo nada que ocultar, soy un buen tipo... Sí he cometido errores en mi vida, como todos... Y la verdad es que yo los problemas legales los dejo en manos de los abogados, tanto en España como en la Argentina, es todo lo que puedo decir al respecto”.
Lejos de aclarar su situación, todo indica que Martin certifica que la existencia de al menos dos causas (ya que cita España y Argentina), dando a entender que lejos de tratarse de una denuncia mediático el tema está judicializado.
La defensa de Christian Martin: