Se hablaba de marzo como el mes de la agitación en la calle, pero ya febrero marca extremos de conflictividad: en lo social, los aumentos al transporte han puesto al límite a millones de ciudadanos en buenos aires y conurbano. En lo político, el gobierno tiende al aislamiento total, y Macri se prepara. En lo institucional, la confrontación con los gobernadores llega a límites apocalípticos.