Era el minuto 93 en Palermo. Quedaban apenas dos para ir al alargue cuando, por fin, Aleksandar Trajkovski, uno de los jugadores más adelantados de Macedonia del Norte–lo cual no significaba mucho porque los ex yugoslavos estaban muy metidos atrás tratando de que el tiempo pasara lo antes posible- decidió rematar al arco para ver qué podía pasar.