En un movimiento histórico, el Ejecutivo anunció la disolución de la Compañía de Valores Sudamericana, conocida por su oscuro pasado vinculado a escándalos de corrupción. La reestructuración de la Casa de Moneda también fue confirmada como parte de un plan para corregir ineficiencias y reducir costos innecesarios, en medio de una economía asediada por la inflación