Vivimos el enero del 2022. Así parece. Un enero al espiedo, pandémico pero fervoroso. Siguen haciendo zancadillas los (antidemocráticos), los necios y cínicos antivacuna. A todo esto, más de uno y más de una me dirán: “¡No es momento para evocar atrocidades! ¡Basta de joder con “la memoria”!