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Elecciones 2023: Lo que la gente quiere de un nuevo Presidente

En el inicio del proceso electoral, las preferencias de los votantes pasan más por las cualidades del futuro mandatario nacional que por acciones concretas que puedan realizar de inmediato.

Redacción
28/07/2023 09:26
Larreta, Bullrich, Milei y Massa en carrera para reemplazar a Alberto Fernández
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Por Lacho Meilán

El próximo domingo 13 de agosto (en apenas dos semanas), quienes tenemos capacidad de voto acudiremos a las urnas para iniciar el proceso de la elección de un/una nuevo/a presidente.

Primero, las PASO, para definir candidatos/as. Luego, el 22 de octubre, la elección general, donde podrá saberse quién se sentará en el sillón de Rivadavia, salvo que nadie supere el 45%, lo que implicará un balotaje entre los dos más votados, el 19 de noviembre.

Es difícil saber qué pasa en la mente de cada argentino para decidir su voto, ya sea en la interna de una fuerza política o en la general. Hay casos en los que hasta la apariencia física incide. O los dichos en campaña. O la publicidad.

Sin embargo, hay puntos en común mucho más fuertes en el inconsciente colectivo que pueden marcar las preferencias que definirán el resultado final y al próximo gobernante. Y al parecer, no siempre pasan por la posibilidad de acciones concretas en el ejercicio del poder.

La encuestadora IPD (Innovación Política y Desarrollo), midió en febrero pasado el humor social frente al año electoral. Lo más relevante que observó allí, fue que el 67% pedía “cambios rápidos” a la futura nueva gestión. Tal vez por eso, la mayoría de los precandidatos -sobre todo opositores- se apuró a advertir que así sucederá.

Algunos avisaron que su primera medida será “terminar con el cepo cambiario”; otros, que “habrá mano dura en seguridad”; también está el que afirma que “bajará el gasto público” o el que asegura que “se eliminarán las retenciones” a la exportación.

En tanto, hace una semana, la consultora Federico González y Asociados, publicó un estudio en donde preguntó a la gente qué cualidades ponderaba en el precandidato de preferencia. E incluso hizo una comparación entre los principales postulantes de las fuerzas que -supuestamente-, tendrán más votos en agosto.

Se busca un presidente “preparado”, que dé “esperanza” y tenga “coraje” para decisiones difíciles

Sin entrar en detalles de las respectivas internas, el “rubro” que más adhesión tuvo fue la “preparación para ser presidente”, que logró 91,3% de las respuestas, promediando lo que se consultó en cada frente. Sin dudas, la gente espera que quien presida al país, esté a la altura de un estadista.

El segundo punto más ponderado fue que el futuro presidente tenga capacidad de “generar esperanza de una Argentina mejor”, que promedió 87,05% de las respuestas. Con esto se tiene claramente, que la gente basa su apoyo a la precandidatura en una expresión de deseo que tal vez todos tenemos.

El tercer rubro más votado por la gente consultada fue “que tenga coraje para tomar decisiones difíciles” (86,7%), quizás porque está muy consciente de que lo que viene a partir de diciembre, no será tarea fácil ni simple.

Recién en cuarto lugar aparece un punto más concreto de aquellas decisiones que deberá tomar el futuro presidente. Se trata del rubro “luchar contra las mafias y el narcotráfico”, que logró el 85,5% de las ponderaciones.

Más atrás aparecen otras acciones como “crear empleo” (84,15%); “lograr acuerdos para salir de la grieta (82,8%); “promover una revolución educativa” (80,5%) y “combatir la inseguridad y el delito (79,8%).

Quizás lo más llamativo del informe en que en los casos medidos, el rubro “bajar la inflación” quedó en el último puesto de las preferencias de los votantes, con apenas un 73,4%.

Esto puede deberse a cierta resignación de la ciudadanía sobre una situación que, claramente, no se resolverá de inmediato.

Aunque también puede mostrar cierta madurez del electorado, que entiende que la situación está tan mal, que difícilmente el próximo presidente o la próxima presidenta no exige milagros a quien le toque presidir el país. Y sólo se limita a pedir que quien nos gobierne, tenga la suficiente capacidad para avanzar con lo que sea necesario hacer, para que, finalmente, tengamos un mejor país.

 

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